Preguntas correctas a sus hijos

09 de Abril de 2017
DPA

Conversar con sus hijos es importante, pero es necesario que el diálogo sea el indicado para recibir más información.

Cuando los padres buscan a su hijo en el jardín de infante o la escuela, la primera pregunta que suelen hacerle es: “¿Y? ¿Cómo han ido las cosas hoy?”, a lo que suelen obtener una respuesta monosilábica. Es importante que los niños conversen porque es beneficioso para su desarrollo.

Que los niños permanezcan callados al llegar a casa no significa que no tengan interés en contar cómo les fue. Antes de enojarse con sus hijos, los padres deberían hacer un poco de introspección: ¿después de un día agotador de trabajo, tienen ganas de contar enseguida cómo fue su día o prefieren un momento para sí mismos? Los niños también lidian con la rutina. Además, ellos suelen necesitar más tiempo que los adultos para las transiciones de la rutina. Por eso es importante darles tiempo para hacer esa transición. A veces necesitan hacer primero una pausa de quince minutos o una hora. O prefieren esperar la hora de la cena.

Es fundamental que los niños hablen sobre su día, ya que esto les permite centrarse en ellos mismos, ser conscientes de sus sentimientos, pensamientos y sensaciones, de lo que les gusta y lo que los hizo felices. En el diálogo con sus padres el niño encuentra palabras para explicar cómo se siente. Esto no es nada fácil y debe ser aprendido.

Los padres pueden ayudar al niño evitando preguntas sin contenido como “¿Y, cómo te ha ido hoy?”. Esto lleva al niño a pensar que no hay un verdadero interés. Además, deberían elegir ratos tranquilos y distendidos para hablar con sus niños, como cuando están jugando. Las situaciones para conversar deben ser lindas y confortables.

¿Cómo alienta a su hija/o a hablar? Coméntenos

Para alentar a los niños a hablar, los padres deberían hacer preguntas abiertas, pero que no se puedan contestar con “sí” o “no”. Es decir, en vez de preguntar “¿te divertiste hoy?”, es mejor “¿qué fue lo más divertido de hoy?”. También se puede preguntar sobre cuestiones determinadas que le gustan al niño, como la clase de gimnasia.

Contar cuentos también puede alentar a muchos niños a hablar. Son ideales las historias en las que el protagonista tiene la misma edad que el niño. Si está hablando de una mala nota y pone cara triste, los padres pueden decirle: “Te veo desilusionado” y esperar la reacción. También se pueden repetir algunas frases del niño y seguir haciendo preguntas, pero sin ser muy insistente. Hay que evitar las preguntas que empiezan con “¿por qué?”, ya que son demasiado amplias para un niño. (I)

  Deja tu comentario