Perder una mascota

01 de Noviembre de 2015

Para la mayoría de los niños, las mascotas son más que simplemente animales que les pertenecen a su familia: son integrantes de la familia y sus mejores amigos.

Lamentablemente, la alegría de tener una mascota va acompañada del dolor por su pérdida, ya sea por la edad, una enfermedad o un accidente. Y esto puede ser muy difícil. Después de todo, las mascotas de la familia suelen ser las primeras en saludar a los niños por la mañana y después de la escuela. Tal vez su hijo recurre a su mascota en busca de compañía y consuelo cuando está enfermo, se siente triste o no querido.

Si bien es imposible proteger a los niños de la pérdida de una mascota, puede ayudarlos a enfrentar la situación. Y como la muerte de una mascota tal vez sea la primera pérdida de un ser querido, el proceso de duelo puede ayudar a los niños a aprender a enfrentar otras pérdidas que tengan en su vida.

Compartir la noticia y el dolor

Una de las partes más difíciles de perder a una mascota puede ser dar la mala noticia a los niños. Intente hacerlo en un lugar en el que estén solos, donde se sientan seguros y cómodos, y no puedan distraerse con facilidad.

Tal como lo haría con cualquier tema complicado, intente averiguar cuánta información necesitan escuchar sus hijos según su edad, su nivel de madurez y su experiencia de vida.

Si su mascota es muy vieja o tiene una enfermedad persistente, considere hablar con los niños antes de que muera. Si debe sacrificar a su mascota, tal vez desee explicarles lo siguiente: 1. Los veterinarios han hecho todo lo posible, 2. La mascota jamás se mejorará, 3. Es la manera más compasiva de aliviar el dolor de la mascota, 4. La mascota morirá en paz, sin sentir dolor ni miedo.

La edad de su hijo, su nivel de madurez y las preguntas que formule lo ayudarán a determinar si es mejor ofrecer una explicación clara y sencilla de lo que va a ocurrir. Si decide ofrecer una explicación, puede utilizar palabras como “muerte” y “morir” o decir algo como: “El veterinario le dará a nuestra mascota una inyección que primero la dormirá y después hará que su corazón deje de latir”. Muchos niños desean tener la posibilidad de despedirse antes y algunos tal vez sean lo suficientemente adultos y emocionalmente maduros como para quedarse a acompañar a la mascota durante el proceso.

Si debe sacrificar a su mascota, tenga cuidado con decir que el animal se va a “dormir” o que lo “van a poner a dormir”. Los niños pequeños suelen interpretar esto de forma literal y esto les hará tener conceptos errados y atemorizantes sobre el sueño o las cirugías y la anestesia.

Si la muerte de la mascota es más abrupta, explique con calma lo que ocurrió. Sea breve y permita que su hijo le haga preguntas que lo orientarán para saber cuánta información debe brindarle.

¿Cómo explicaría a su hijo la muerte de una mascota? Coméntenos

Apéguese a la verdad

No intente endulzar lo que ocurrió recurriendo a una mentira. No es buena idea decirle a un niño “Bobby se escapó” o “Michi se fue de viaje”. Probablemente esto no alivie su tristeza por haber perdido a su mascota y, si en algún momento surge la verdad, su hijo probablemente se enoje porque usted le mintió.

Si le pregunta qué le ocurre a una mascota cuando muere, trate de recurrir a su propia comprensión de la muerte, lo cual incluye, si corresponde, el punto de vista de su fe. Y puesto que ninguno de nosotros lo sabe realmente, un honesto “No lo sé” puede ser una respuesta adecuada. No está mal decirles a los niños que la muerte es un misterio.

Ayude a sobrellevar la situación

Como cualquier otra persona que enfrenta una pérdida, los niños suelen sentir una variedad de emociones, además de tristeza, tras la muerte de una mascota. Tal vez se sientan solos, sientan enojo si la mascota fue sacrificada, frustración porque no fue posible curar a la mascota o culpa por las veces en las que fueron malos y no se ocuparon de la mascota como lo habían prometido.

Ayude a los niños a comprender que es natural sentir todas esas emociones, que no está mal no querer hablar de ellas al principio y que usted estará allí cuando estén listos para hablar.

No se sienta obligado a ocultar su tristeza por la pérdida de una mascota. Si demuestra sus sentimientos y habla acerca de ello abiertamente, estará dando un ejemplo a sus hijos. Usted demuestra que está bien sentirse triste al perder a un ser querido, hablar de los sentimientos y llorar cuando uno está triste. Y para los niños, es consolador saber que no son los únicos que están tristes. Comparta historias acerca de las mascotas que tuvo (y perdió) cuando era pequeño y cuán difícil fue despedirse.

Salir adelante

Una vez que el impacto de la noticia haya pasado, es importante que ayude a su hijo a salir adelante.

Puede resultar útil encontrar maneras especiales de recordar a una mascota. Podría realizar una ceremonia para enterrarla o simplemente repartir recuerdos o buenos momentos que compartieron. Escriban juntos una plegaria o expresen lo que la mascota significaba para cada integrante de la familia. Compartan historias acerca de las aventuras o los momentos graciosos de su mascota. Abrácense mucho y con cariño. También podría hacer un proyecto, como un cuaderno de fotos.

Recuerde que hacer el duelo por la pérdida de una mascota, en especial para un niño, es similar a hacer el duelo por una persona. Para los niños, perder a una mascota que les brindó amor y compañía puede ser mucho más difícil que perder a un pariente lejano. Es posible que tenga que explicarles eso a los amigos, familiares y otras personas que no tienen mascotas y que por tanto no pueden comprenderlo.

Tal vez, lo más importante es que hable de su mascota con frecuencia y con amor. Hágale saber a su hijo que, si bien el dolor en algún momento pasará, los buenos recuerdos de su mascota permanecerán para siempre. Cuando llegue el momento adecuado, puede considerar adoptar una nueva mascota; no como un reemplazo, sino como una manera de dar la bienvenida a otro amigo animal en la familia. (F)

Fuente: www.kidshealth.org

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