Vitaminizar con cuidado

25 de Marzo de 2012

Después del cansancio por las vacaciones escolares, el consumo de vitaminas puede ayudar a ciertos niños a no estar debilitados, pero deben tomarlas sin exceso.

El cansancio que presentan algunos niños al finalizar sus vacaciones es ocasionado por las excesivas actividades a las que han sido sometidos durante todo este tiempo.

Sin embargo, el pediatra Antonio Viteri Larreta considera conveniente que los padres los lleven a una consulta con el pediatra antes de entrar a clases para descartar alguna enfermedad como anemia, desnutrición o parasitosis.

Generalmente los progenitores al ver que sus hijos están cansados comienzan a darles suplementos de vitaminas o minerales para que se animen y tengan un buen rendimiento físico y académico, pero la mayoría de los niños no las necesitan, refiere el pediatra.

La Academia Americana de Pediatría considera suficiente que los niños consuman una dieta basada en la pirámide de alimentos con cantidades adecuadas de todas las vitaminas que ellos requieren.

Incluso la médica nutrióloga Margarita Salcedo indica que nada suple a una buena alimentación con todos los grupos de alimentos y son las frutas las que contienen un alto nivel de vitaminas.

Exceso o deficiencia

En una dieta normal, agrega Viteri, las vitaminas están en cantidad suficiente, pero en una deficitaria se presenta avitaminosis que puede ocasionar trastornos visuales, neurológicos o hematológicos (anemia), entre otros.

Asimismo, el exceso de vitaminas es nocivo. Por ejemplo, en la hipervitaminosis A se producen síntomas similares a los del tumor cerebral, por lo que se denomina pseudotumor cerebral.

Salcedo asegura que hay vitaminas que se deben dar solo cuando la necesitan los niños, ya que el cuerpo las acumula y pueden ser tóxicas como las K, A o E, pero en lactantes sí es necesario administrar la del tipo A, pero en dosis adecuadas.

“Al momento de dar un suplemento es mejor administrar uno completo, es decir, que no solo tenga vitaminas, sino minerales, y no dar, por ejemplo, gaseosas en especial negras, que no permiten que el fósforo se fije junto al calcio de manera adecuada en los huesos”.

Las mejores fuentes de vitaminas para los niños en etapa escolar se encuentran en todos los lácteos, carnes (res, pollo, pescado), hortalizas y legumbres, huevos, cereales, frutas frescas y granos secos e incluso en aceite de oliva para los aderezos de las ensaladas.

Una buena alimentación, equilibrada, adecuada y suficiente, dice Salcedo, hace que los niños cumplan el requerimiento necesario de vitaminas y minerales para un crecimiento adecuado. Incluso los carbohidratos son macronutrientes que dan energía, por ello la importancia que estén siempre en la dieta en la porción correcta.

También es importante que los periodos entre comidas no sean muy separados para evitar la hipoglicemia (bajo nivel de azúcar en sangre) y que ello provoque sueño o letargo lo que disminuye el rendimiento escolar.

La pediatra argentina Adriana Fernández, con una especialización en nutrición, también sugiere que los alimentos contengan ácidos grasos como el Dha (ácido docosahexaenoico) o Ara (ácido araquidónico) en un equilibrio adecuado, porque favorecen al desarrollo del conocimiento y protección del cerebro a largo plazo, ya que las membranas de este órgano contienen un 50% de estos componentes.

“Cada vez más se habla de la relación de estos ácidos grasos con la pérdida cognitiva del adulto o la enfermedad de Alzheimer.  Incluso con el desarrollo de las enfermedades que han crecido mucho como las cardiovasculares, hay una fuerte recomendación que se deben consumir”. (S.M.de.C)

 

bueno saber

• De acuerdo con las nuevas recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, los bebés alimentados exclusivamente con leche materna o los que consumen menos de 1 litro de fórmula deben recibir 400 UI de vitamina D.
• Los niños prematuros y recién nacidos con bajo peso necesitan hierro profiláctico, especialmente  cuando no reciben leche materna.
• La anemia ferropénica disminuye el rendimiento escolar por ocasionar disminución de la atención y percepción.
• El calcio es otro mineral importante y es necesario para tener huesos y dientes sanos. 
•  En la adolescencia aumentan las necesidades de calcio, siendo necesario administrar calcio medicamentoso.

 

 

Vitaminas y minerales

El cuerpo los necesita para llevar a cabo funciones especiales, ayudan a utilizar los alimentos que se come, a producir energía, promover el crecimiento y reparar y reemplazar muchos tipos de tejidos del cuerpo, según Fundación Nacional Kidney de los EE.UU.

 

 

Vitamina D

Las niñas preadolescentes y adolescentes, entre 9 a 15 años, cuyas dietas son ricas en vitamina D podrían estar en menos riesgo de fracturas por estrés, sobre todo si participan en actividades de alto impacto, según investigadores del Hospital Pediátrico de Boston, EE.UU.

 

 

Ácidos grasos esenciales

Se encuentran en la semilla de lino y ayuda con la sequedad de la piel y del cuero cabelludo. También están como ácidos grasos omega 3 en el aceite de pescado y pueden ayudar contra el colesterol, triglicéridos y depresión.

 

 

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