Momentos

Por Paulo Coelho
15 de Abril de 2018

Cita en Bujará

Un comerciante le pidió a su sirviente que fuera al mercado a comprar algunos pedazos de tela. Al llegar al mercado, el sirviente vio sus propias compras de la Muerte en la tienda cerca de él. Aterrorizado, corrió de regreso a la casa del mercader.

“Tengo que irme ahora”, dijo, casi llorando. “Vi mi muerte esta mañana en el mercado, y tengo que escapar. Iré a Bujará, mi pueblo, para pasar el fin de semana allí”.

El comerciante acepta la súplica del servidor, pero es cauteloso. Decide ir al mercado, donde encuentra la Muerte del sirviente.

“Guau, asustaste a mi empleado”, dijo el comerciante.

“Él también me asustó”, respondió la Muerte. “Nunca esperé encontrarlo por aquí ya que tengo una cita con él en Bujará”.

El ladrillo desaparecido

Una vez, cuando mi esposa y yo estábamos de viaje, recibí un fax de mi secretaria. “Cuando entregaron el material, faltaba un ladrillo de vidrio para el trabajo de renovación de la cocina”, dijo.

“Te estoy enviando el plan original, así como el plan que el constructor ha ideado para compensarlo”.

Por un lado estaba el diseño que mi esposa había hecho: líneas armoniosas de ladrillos con una abertura para ventilación. Por otro, estaba el plan diseñado para resolver el problema del ladrillo perdido: un rompecabezas real en el que los cuadrados de cristal estaban dispuestos de una manera descuidada que desafiaba la estética.

“Solo compra otro ladrillo”, escribió mi esposa. Y así lo hicieron y así se apegaron al diseño original.

Esa tarde, pensé durante mucho tiempo sobre lo que había sucedido; con qué frecuencia, por la falta de un ladrillo, distorsionamos por completo el plan original de nuestras vidas.

Realidad

Las condiciones ideales que estás buscando no existen. Nunca podremos deshacernos de ciertos defectos. El truco es saber que a pesar de todos tus defectos eres una persona extraordinaria.

Sí, lo sabe muy bien, pero trate de ir más allá de los límites a los que está acostumbrado, por diez minutos al día, sea esa persona que siempre quiso ser. Si el problema es la timidez, estimula la conversación. Si el problema es culpa, siéntete aprobado. Si crees que el mundo te ignora, intenta conscientemente atraer la atención de todos. Experimentará la situación difícil ocasional, pero vale la pena.

Si durante diez minutos al día puede lograr ser lo que soñó, ya está haciendo un gran progreso. (O)

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