‘Escuche y hable’
Existen distintas técnicas para aprender un idioma. Un hiperpolíglota de Colombia tiene las propias.
Hay personas que les gustaría aprender inglés. De hecho se inscriben en varias academias, compran libros, CD e incluso tratan de buscar un curso en internet fácil y rápido. Sin embargo, algunas tras el intento abandonan la idea. Las excusas son la falta de horario adecuado, el cansancio para asistir a clases luego de la jornada laboral o que a mayor edad menos capacidad de aprendizaje. ¿Pero qué se necesita para aprenderlo?
Según la profesora de inglés Fátima Ordóñez, para lograrlo de manera efectiva se necesitan dos propuestas básicas: el deseo de aprender y tener un buen guía en el proceso de aprendizaje. Pero también inciden otros factores como el medio que se usa para la enseñanza (vía on-line o presencial) y los métodos y técnicas que se usan para enseñar, que varían según los estudiantes: niños, jóvenes y adultos.
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“Lo importante es que el alumno elija su academia de acuerdo con sus necesidades, es decir, si el idioma inglés es como segunda lengua, para enseñarlo, para ser traductor o para aplicarlo en los trabajos”.
En algunos colegios, por ejemplo, la enseñanza actual se basa en la metodología constructivista (aprender haciendo), por eso se dan materias solo en inglés. Esta permite un desarrollo holístico de las cuatro destrezas: escuchar, hablar, escribir y leer. Pero el proceso de aprendizaje no termina jamás. Siempre se deberá continuar aprendiendo vocabulario mediante películas, letras de canciones, lectura de libros, entre otras.
Sistema Nomon
Actualmente, en Guayaquil, hay un nuevo sistema presencial de aprendizaje de inglés llamado Nomon English Learning. Está dirigido a niños desde los 7 años, adolescentes y adultos que requieren mejoramiento académico, capacitación o solo aprenderlo.
Según su director y profesor, Cleyton Carrasco, para desarrollarlo se investigaron los problemas del porqué la gente no aprende el idioma, y según estos se plantearon las soluciones. Con este método, agrega, los alumnos se vuelven más organizados, responsables y más rápidos y positivos para pensar. También, dice, desarrollan habilidades complejas como listening y speaking (escuchar y hablar), e incluso mejoran progresivamente la pronunciación.
Datos
El lingüista norteamericano Kenneth Hale aprendió 50 lenguas
“Cada propuesta en clases es personalizada y está basada a lógica de tiempo y precisión, y con contenidos que tienen que ver con el aprendizaje real del idioma”.
Para lograrlo, explica Carrasco, se desarrolló el Nomon CISE (Ambiente Inteligente de Clases Interactivas, por sus siglas en inglés), que hace que todos los recursos de clase se optimicen, estén disponibles y se empleen correctamente.
También se crearon los Nomon I-Panels, que son desafíos interactivos que hacen que se desarrollen determinadas habilidades en el aprendizaje del idioma de forma dinámica.
Asimismo, enseña estrategias para acelerar el aprendizaje desde casa, sin que esto implique que el alumno tenga que invertir mucho tiempo en ello. Para esto existe el Nomon PillBook (libro digital interactivo), que ayuda a afianzar lo aprendido. Carrasco sugiere que el estudio sea progresivo, porque se requiere constancia y seguimiento.
Informes: 2245-632. Av. Rodolfo Baquerizo Nazur entre av. Francisco de Orellana y av. Princesa Quil. info@nomonel.com
Hiperpolíglota
Álvaro Ruiz Morales, de 57 años, es un médico internista y epidemiólogo colombiano que habla 32 idiomas. Según datos obtenidos en internet, también toca piano y violín. En el mundo, él es uno de los hombres que más lenguas hablan, leen o escriben.
Conoce el inglés, francés, alemán, italiano, portugués, esperanto, latín, griego, sánscrito, catalán, árabe, ruso, japonés, hebreo, sueco, danés, noruego, holandés, islandés checo, polaco, búlgaro, griego, hebreo, mandarín, entre otros.
Ruiz dice que si se estudian los idiomas con método y dedicación resulta fácil. Incluso, que el aprender lenguas no nativas, aparte de la motivación, la disciplina y algo de talento, también puede provenir de los genes.
Su método de estudio es aprender las estructuras gramaticales, así como las mismas frases y textos en muchos idiomas. Además, siempre lee en la lengua original. Por ejemplo, las novelas de Agatha Christhie le agrada hacerlo en diferentes idiomas, porque es un buen método para practicar y adquirir vocabulario. Aunque también recibió clases, la mayoría de las lenguas extranjeras las aprendió solo e incluso haciendo crucigramas.