Si yo fuera Papá Noel…

Por Ángela Marulanda
22 de Diciembre de 2013

Si yo fuera Papá Noel, antes de ponerme a conseguir los regalos que quieren los niños, escribiría una carta a sus padres para decirles …

… que mi trabajo es cada vez más difícil porque ya no encuentro qué llevarles a sus hijos debido a que les compran tantas cosas que no hay nada que los entusiasme ni que realmente agradezcan.

… que recuerden que el verdadero propósito de esta celebración no es que se reúnan a bailar, tomar y parrandear, sino a conmemorar el cumpleaños del Niño Jesús. Y que la mejor forma de hacerlo es rezar en familia y agradecer todos los privilegios y bendiciones que tienen.

… que esta fiesta no se trata tan solo de llenar las habitaciones de los niños de juguetes, sino de llenar su corazón de gratitud y amor. Esto último no vale un peso, pero sí exige mucha presencia, esfuerzo y dedicación a la familia.

… que aunque los niños se deslumbran con los regalos que les llevo, estos no reemplazan la compañía, la comprensión, el afecto que siempre necesitan de ustedes, especialmente cuando menos lo merecen y más lo necesitan.

… que las celebraciones navideñas serán inolvidables para los pequeños si vienen acompañadas de sus historias y anécdotas sobre cómo fueron las navidades con sus abuelos y sus seres más queridos.

… que mi trabajo tendrá más sentido si ustedes como padres hacen el suyo, es decir, si les dan a los niños todo el afecto y atención que precisan para que los regalos que me han pedido para ellos no sean una forma de comprar su amor.

… que los años pasan volando y pronto ya no tendrán la oportunidad de cuidar y gozar a sus hijos. Aprovechen estas fiestas para celebrar la paternidad y recuerden vivirla todos los días, no como una obligación, sino como una maravillosa bendición.

Y por último, que tengan muy presente que la Navidad es una ocasión única e ideal, no solo para conmemorar la llegada del Niño Dios al mundo, sino un momento ideal para agradecer el privilegio de ser padres de esos hijos que aman más que a su propia vida.

www.angelamarulanda.com

  Deja tu comentario