Amigos de mi hijo, bajo la lupa

19 de Octubre de 2014

Los prejuicios e ideales con que se manejan los adultos influyen para discriminar con quién se juntan sus hijos. ¿Es saludable para los chicos aprobarles sus amistades?

Por aquello de que “Las malas uniones corrompen las buenas costumbres”, muchas veces los padres presionan a los hijos para que dejen de frecuentar a tal o cual amigo/a o conocido/a que no le genera confianza.

¿En qué medida influencian los amigos?

El psicólogo clínico Juan Diego Almeida señala que “la influencia” es “el poder” que se tiene sobre alguien para que modifique sus principios morales, sus ideales, su conducta y hasta su personalidad.

Es frecuente, dice, que los chicos se inclinen hacia un grupo de amigos específicos por encontrar en ellos intereses en común, o en ocasiones por presiones o gustos restringidos en el hogar. La influencia de estas amistades dependerá de qué tan firme estén los valores impartidos en casa, y cómo los han logrado asumir en su diario vivir en donde son puestos a prueba. Si no existen padres que modelen conductas y hábitos, que manejen un discurso coherente, los chicos serán mucho más influenciables.

Amistades necesarias

Sue Martin, psicóloga en Rehabilitación Educativa, refiere que la amistad es muy importante para los adolescentes, pues tienden a escoger amigos con rasgos muy similares a los suyos, de manera que la influencia que ejerce el uno en el otro los hace más parecidos.

Esta similitud entre amigos es más importante que en cualquier otra época de la vida, agrega, tal vez porque los adolescentes luchan para diferenciarse de sus padres y les resulta necesario contar con el apoyo de personas que se parezcan a ellos.

Por este motivo tienden también a imitar los comportamientos de sus compañeros. Los amigos influyen en la forma de vestir, actividades sociales, comportamiento sexual y consumo o rechazo de drogas.

Martin dice que los adolescentes que tienen amigos cercanos poseen una autoestima más alta, obtienen buenos resultados en los estudios y se ven a sí mismos como más competentes que aquellos cuyas amistades son conflictivas.

Por el contrario, la depresión que puede ocasionar no tener amigos puede llevar a tomar decisiones sin sentido. Y malas influencias pueden llevar a estos adolescentes a cometer actos que saben que están mal, pero por la necesidad de incluirse en un determinado grupo social, optan por tomar decisiones que lo perjudican como persona.

¿Los amigos pueden influir de manera determinante? Coméntenos

Martin explica que el entorno social durante la adolescencia es uno de los elementos que más influyen en el desarrollo de la personalidad en esta franja de edad, y cita un estudio a nivel internacional elaborado por investigadores de la Escuela Binghamton y de la Secundaria Maine-Endwell de Nueva York, publicado en la revista científica PLOS-One, en el que se estableció que cuando los adolescentes crean un entorno de amigos con un mejor promedio de notas, este grupo tiene la tendencia a rendir más y a mejorar su porcentaje académico durante el año escolar.

Por el contrario, estudiantes con un entorno de amigos cuyo porcentaje de notas es peor que el de ellos, es probable que su nivel académico baje aún más.

Ante la discriminación

Almeida señala que “discriminar” es rechazar o excluir a alguien; y en el caso que tratamos, se debe a nuestros prejuicios e ideales, y la búsqueda de algo mejor para nuestros hijos.

Se evita caer en la discriminación cuando comprendemos la realidad de las personas que nos rodean y toleramos sus diferencias, a pesar de que en muchas ocasiones no las aceptemos.

¿Cómo actuar cuando la discriminación la sufre nuestro hijo? En ese caso, dice Almeida, hay que afirmar a nuestros hijos y darles la confianza y la seguridad necesaria para salir adelante. Generalmente la discriminación viene por la diferencia, o por la no aceptación a ciertos principios establecidos por el grupo, o simplemente porque no todos los hogares son formadores de valores y principios sólidos para sus hijos. La discriminación ataca al “yo” de los chicos, ataca a su autoestima, por lo que es recomendable motivar y valorar a los chicos que están siendo discriminados, aconseja Almeida.

Siempre las palabras de padres afectuosos y amorosos que corrigen y enseñan serán las primeras que quedarán grabadas en la psiquis del sujeto. Si no hay resultados, sería importante considerar la ayuda de un profesional en psicología.

Influencias positivas y negativas

Almeida no considera que sea saludable para el desarrollo psicológico y social de los adolescentes “aprobarles” sus amigos, pues es importante que los chicos crezcan con diferentes puntos de vista y conociendo los diferentes tipos de personas que existen. Más saludable es que los padres retomen esa figura de referente principal en la vida de sus hijos, con el propósito de instaurar en ellos bases sólidas que les permitan discernir lo que está bien de lo que no.

Los padres son el referente primordial para todo niño o niña, para todo adolescente, y de ahí parte su construcción como sujeto. En ocasiones es necesario que existan grupos o chicos que sean de influencia, pero habría que definir qué tipo de influencia, si es positiva o negativa. De ambas, siempre es importante sacar lo bueno. Pero va a depender del soporte emocional por parte de los padres lo que marcará la diferencia, insiste Almeida.

El psicólogo clínico y consejero matrimonial Jorge Tello opina que los amigos llegan a ser para nuestros hijos, una de las cosas más importantes en su vida, pues ellos vienen a llenar sus necesidades básicas de afecto, aprobación, reconocimiento de sus capacidades, de sus virtudes, de valoración, seguridad y protección, que muchas veces los padres no llenamos por estar más preocupados en nuestro trabajo, para proveerles alimentación, vestuario, educación y bienestar económico.

Por esta razón, señala, nuestros hijos se sentirán amenazados cuando les decimos que algunos de sus amigos no son una buena influencia para ellos.

Ganarse la confianza, no la amistad (no es aconsejable ganarse la amistad de los hijos, por el hecho de que los padres deben ser su referente de autoridad) es de suma importancia para los padres, refiere Tello, para poder conocer a los amigos de sus hijos, especialmente a aquellos con los que pasan más tiempo, así como a las familias de estos, y saber cuál es la postura de los padres de los amigos de nuestros hijos en torno a temas y valores sensibles como el uso del alcohol, las drogas y el sexo.

Si nuestros hijos tienen amigos que a nuestro criterio no son adecuados, es menester conversar con ellos y señalarles que si deciden mantener esas amistades, podrían tener consecuencias negativas en el presente y futuro de sus vidas.

Conversar, sin gritar, enfatiza Tello, pues en su experiencia profesional, y como padre, ha aprendido que una disciplina verbal severa es especialmente dañina para la vida y conducta futura de los hijos.

Datos de contacto: Ps. Sue Helen Martin Basantes: Telf.: 098-176-6495, martin.basantes@gmail.com; Ps. Juan Diego Almeida: Telf.: 099-534-4291, juandiegoalmeida@hotmail.com; Ps. Jorge Tello Pérez: 230-2997, 099-592-8334.

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