La empresa más importante

Por Carlos Muñoz Gallardo
20 de Noviembre de 2011

Los empresarios destinan esfuerzo a la planificación estratégica y metas que generen beneficios para la organización.  Sin embargo, pocas personas tienen esa misma  dedicación para analizar el presente y visualizar el futuro de la empresa más importante: la propia vida.  En medio de  tantas preocupaciones e inquietudes nos olvidamos de las cosas verdaderamente esenciales de la vida, perdiendo así  la brújula y el sentido de nuestra existencia. 

Bajo aparentes razones justificables,  postergamos  temas indispensables.  El trabajo, por ejemplo, puede estar quitando tiempo a otras prioridades como la vida familiar.  Algunas veces se escuchan argumentos:  “Yo trabajo así  por el futuro de  mis seres queridos”, pero a veces los que más quieres son puestos a un lado en medio de una dinámica absorbente.   
Otro aspecto de la vida que suele ser olvidado es el ámbito espiritual y lo que permanece más allá de esta vida. 

Es interesante analizar la mentalidad de previsión para muchos temas que quizá nunca ocurran, como lo muestran los distintos tipos de seguro contra enfermedades, catástrofes,   pero no nos preparamos para el momento final de nuestras vidas que todos tendremos que afrontar.  El seguro contra la muerte  puede aliviar la carga económica de los familiares, pero no nos garantiza llegar preparados adecuadamente.

Tener una visión de eternidad  implica elevarse por encima de circunstancias inmediatas a las cuales le damos carácter absoluto; tener una  mirada profunda para analizar los distintos eventos con un horizonte de mayor significación, sabiendo que todo lo inmediato tiene  peso en la medida que esté nutrido de amor y sentido.  Vale la pena preguntarnos: ¿Qué tan sólidas son las bases en las que se fundamenta nuestra vida? ¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero si al final pierde su alma? 

Al final las personas no te recordarán simplemente si fuiste o no el trabajador más eficiente o si lograste subir los porcentajes de ventas, sino por la coherencia de  vida  y la intensidad del amor de tus acciones, sin sacrificar lo esencial por lo accesorio, dejando una huella que permanezca incluso después de la muerte.  Esta es la tarea más importante e impostergable.
carlosmunoz@humane.edu.ec

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