Arte hasta por los poros

04 de Diciembre de 2016
Texto y fotos: Mauricio Torres | mt@mauricio-torres.com

Asina Brown (nombre artístico) habla de arte y habla y habla y habla. ¡Lo cual es bueno! Nuestra ciudad habla muy poco de ello y lo aprecia muy poco. Sin embargo, no habla del arte de una manera clásica, sino con pasión y de nuevas técnicas de expresión. Además, ¡es la primera vez que alguien filosofa con su facha!

¿Qué onda con tu facha?
La facha es una expresividad y extensión del ser. Es mucho como lo que consumo o hago, cómo ando y con quién, la música, lo visual. Todo se mezcla y se convierte en un estilo. Me gusta lo urbano, lo flojo, el estampado, lo gogotero, aunque a veces lo neutro. Estar cómoda, salir y hacer un montón de cosas: correr, caminar, skate, bicicleta. Lo que tengo puesto es independiente, menos los leggins, de Ona Saez.

¡Los All Star (zapatos) son de lo menos independientes!
¡Claro! Y sucios siempre. La camiseta es de un chico, Gore Again, de acá de Ecuador. Es una onda underground.

Con ese color de pelo me recuerdas a Martín Palermo, el exjugador de Boca Juniors al final de los 90.
Me vi en el espejo y tuve una visión, tenía que pintarlo. Hace dos años hice un curso de All about hair, y para graduarme hice este estilo. Tuve que crearlo.

¿A qué te dedicas?
Hago grabado, ilustraciones, proyecciones de video y ahora estoy haciendo sonido experimental.

¿Algo un poco menos ‘under’?
Hago stickers y fanzines, de manera independiente. Aunque hice algo más grande, unas fotos para unos chocolates y expusieron en un show en Nueva York. Ganamos en diseño de empaques. Y todas eran fotografías mías, intervenidas por Rupert von Mandrake, que es parte de mi colectivo.

¿De dónde viene Asina Brown?
Asina es burla en quechua. Y brown es por tierra. Es más o menos regresar a la raíz y burlarme un poco de todo lo que hago... Burlas a la burguesía, las instituciones, todo lo que nos quiera reprimir.

Eres una pacha mama chacharienta.
¡Me gusta salir a hacer frente!

Pensé que dirías “a hacer grafitis”.
Hay gente que pinta bacansísimo acá. Hay cosas de la escena que tal vez no se diga, que uno hace por querer estar anónimo (por eso la foto publicada sin su cara). Que la obra tenga más valor que el autor. A veces ni firmo y hay cosas por ahí que son mías y nadie lo sabe.

¿O sea que nadie hace curaduría de tu trabajo callejero?
No creo mucho en eso. Sí para ciertos espacios, como cuando se hace un colectivo o un museo.

¿Y en los grafitis?
No es una curaduría del espacio. Sino bajo varios conceptos. Por ejemplo, el Toga, el Cholo y gente pesada al comienzo sí lo hacía por diversión, pero luego le meten más concepto y más arte. Depende del significado con que lo hagas.

Respecto a los espacios, ¿es abierto o hay gente que te puede llegar a decir “este es mi territorio”?
Existen varios escenarios, hay dueños de pared que en realidad no lo son, creen que les pertenece. A eso hay que hacerle frente. No porque alguien crea que está feo vas a dejar de hacerlo. Claro que la onda es adueñarse de los espacios públicos. Después de todo, nosotros también pagamos los impuestos con los que se construyen, y son nuestros. De todas maneras, yo creo que el graffiti ya no es vandalismo, sino una forma de expresarnos. (I)

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