Franquicia extranjera: Con sello particular

Por Epicuro
07 de Julio de 2013

“Tony Roma’s tiene el ambiente típico que conocimos en Estados Unidos: el bar o barra central rodeado de mesas, múltiples televisores... un buen sitio, no tan barato, para quienes gustan de este tipo de comida”.

Aquellos restaurantes nacidos de una franquicia tienen un toque especial. Nos gustaría mucho ver a unas cuantas franquicias ecuatorianas abrirse paso fuera de nuestras fronteras. Vemos cómo en nuestro territorio se han afianzado Astrid y Gastón, Segundo Muelle, China Wok, Embarcadero 41, pues pienso que la gastronomía nuestra podría tener un promisorio futuro en el extranjero. Sentí emoción al encontrar en la ciudad francesa de Rennes a un chef ecuatoriano que capitaneaba uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

Tony Roma’s (Mall del Sol) tiene el ambiente típico que conocimos en Estados Unidos: el bar o barra central rodeado de mesas, múltiples televisores que tienen a veces el inconveniente de hacer competir un partido de fútbol con nuestras incipientes conversaciones. Basta añadir a eso los celulares y estaremos hablando de seres humanos que viven en otra galaxia. Resulta muy triste ver comensales que ni siquiera se miran mientras comen compartidos entre las pantallas, el Blackberry o el Galaxy 4.

Mi experiencia en Tony Roma’s fue positiva porque logré abstraerme de lo audiovisual para concentrarme en la conversación con mi acompañante. Iniciamos con unas cervezas Corona muy frías y ligeras. Lo que llaman onion loaf u onion rings son aros de cebolla servidos con una salsa barbacuá que personalmente preferí eludir pues las cebollas de por sí merecen saborearse solitas, son crujientes, poseen un toque de dulce-salado bien logrado.

La propuesta para quienes gustan de los mariscos es válida: El Tony seafood sampler es una excelente combinación de frutos del mar, camarones grandes, calamares, palitos de corvina, todo rebosado con la posibilidad de escoger varias salsas. Recomendaría la tártara para este tipo de plato. Original por su sabor es el Kickin Shrimp, camarones con un dejo de ajonjolí, algo de picante, una salsa exótica.

Desde luego las costillas de cerdo son el plato típico. Según su apetito podrán escoger la porción que les convenga entre $ 19,75 y $ 36,99. Me fastidia un poco eso de añadir 99 centavos para no redondear al dígito siguiente. Pedí un sirloin (churrasco) de 300 gramos corte fino, jugoso, importado de Argentina y facturado en $ 29,49 (otra vez para no decir 30), precio correcto si lo comparamos con los de otros establecimientos.

Aquí interviene el gusto individual, prefiero El Corte, Locos a la parrilla, Ramón asado al carbón. Me queda volver a visitar El Fogón. En Tony Roma’s me gustan las patatas horneadas, pero deberían ser algo más generosos con la salsa de crema y queso. El personal es atento, aunque unas cuantas de las chicas podrían ser algo más risueñas a pesar de su eventual cansancio. En los Estados Unidos me molesta el exceso de amabilidad algo forzada que huele a propina. Indico que el servicio está incluido en su planilla, pero si los atienden con gentileza podrán regalar un pequeño extra.

Los filetes de corvina empanizados son atractivos ($ 19,99... ¡por Dios, pongan 20!). Encontrarán desde luego las hamburguesas, mas preferiría los chicken caprese panini si es que les gusta el pollo ($ 10,99). La carta de postres es suficientemente amplia, pero podrían conseguir unos helados de mejor sabor.

Entre el churrasco, las costillas de cerdo, dos cervezas y unos helados mi planilla ascendió a $ 77,90. Desde luego, $ 47 corresponden al sirloin importado de Argentina y a las costillas que vienen de Brasil. Hubo una tentativa de utilizar las de Pronaca pero no cumplían con las exigencias de la clientela. En resumidas cuentas, un buen sitio, no tan barato, para quienes gustan de este tipo de comida.

epicuro44@gmail.com

 

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