Champán o espumoso: Opciones para el 31

Por Epicuro
27 de Diciembre de 2015

“Para el fin del año 2015 un vino espumoso será siempre bienvenido, aunque no sea un champán de escandaloso precio”.

Para quienes “buscan cinco patas al gato” o los fundamentalistas del idioma, la palabra espumante (del italiano spumante) es incorrecta, sin embargo, está comúnmente adoptada en España como en los países sudamericanos. Más me interesan las diferencias que existen entre un champán legítimo y cualquier otro vino que forme espuma.

En el caso del champán, la doble fermentación se produce en la botella mientras se inyecta gas carbónico en los espumantes. En el caso del champán, la primera fermentación es la de todos los vinos mientras se provoca la segunda añadiendo azúcar y levadura. Si se apega al método riguroso de la champaña, el resultado en un espumoso puede ser parecido, pero aún así no podrá llamarse champán, siendo reservado este nombre a los vinos producidos en la región francesa de la Champaña.

Ahora bien, si el mejor champán del mundo puede ser un Krug, un Cristal rosé de Luis Roederer, ciertos vinos espumosos o cavas como el Gramona de España alcanzan una calidad irreprochable. En Ecuador nuestro presupuesto ya no nos permite comprar botellas que rebasan los quinientos dólares, entonces buscamos vinos espumosos que adulen nuestro paladar, pero se adapten a nuestro presupuesto.

Hace dos años Epicuro

promovió el Marquis de la Tour rosado en el que encontró sutiles notas de fresa y mora con burbujas pequeñas muy persistentes, espuma refrescante, seductora. Recientemente pude catar un Ackerman brut rosé elaborado en la región del río Loira (Francia) con características parecidas, precio razonable. La botella de color negro mate con etiqueta morada, letras plateadas, resulta ser muy atractiva. Estamos hablando de un espumoso de color fucsia intenso en copa, burbuja finísimas, en la nariz notas de cereza y flores, en la boca fresa y mora, pero sin sensación de dulzura, algo picante al final, como pimienta.

La presentación de la botella es refinada, el tapón lleva una chapa de hierro, sujeta por un bozal de alambre. A estas placas a veces las llaman cápsulas, son objetos de colección. Aunque en muchas zonas para resaltar lo festivo se prefiere hacer un sonoro ruido al destapar la botella, las reglas de etiqueta (especialmente en reuniones muy formales) sugieren que el destape sea lo más silencioso posible, pues yo sigo disfrutando la alegría del ¡plop! y el disparo del corcho en vez del discreto suspiro de la botella domada. No me causa gracia ver cómo se desperdicia o se derrama el champán sobre un Ferrari para celebrar una victoria en Fórmula Uno, el vino es para los humanos, no para los autos.

Para el fin del año 2015 un vino espumoso será siempre bienvenido aunque no sea un champán de escandaloso precio. (O)

epicuro44@gmail.com

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