Douglas Osheroff: Un Premio Nobel en Guayaquil
Douglas Osheroff, ganador de un premio Nobel de Física, participará de las celebraciones de la Espol.
Todo empezó con un tren eléctrico que recibió una Navidad. El estadounidense Douglas Dean Osheroff asegura que descubrió su vocación a los 6 años de edad cuando decidió destruir su obsequio para examinar y estudiar el motor.
“Mi padre era médico y rara vez podía descansar por completo por las noches, así que tomaba siestas en las tardes. La tarde de Navidad se levantó y se dio cuenta de que había destruido mi tren, pero en lugar de reprenderme, comenzó a descubrir en mí una gran curiosidad por la ciencia”, relata. “Desde ese día empezó a traerme cosas que sus pacientes le habían dado para que yo las estudiara”.
Su infancia estuvo plagada de accidentes, entre ellos, el recibir una descarga eléctrica que lo lanzó al otro lado de la habitación. En otra ocasión, su lámpara de minero, hecha en casa con acetileno, explotó en el sótano, llenándolo de fragmentos de vidrio un costado del rostro, casi rozándole el ojo derecho. Afortunadamente, su padre siempre estuvo cerca para socorrerlo luego de sus accidentes.
Alguien que tuvo una gran influencia en su vida y carrera profesional fue William Hock, su profesor de química en la secundaria, quien dejó una fuerte impresión en su joven mente. Él les explicó a sus estudiantes que cada experimento que se realiza es como hacerle una pregunta a la naturaleza. La tarea del científico será interpretar, posteriormente, sus respuestas.
Mientras estudiaba en el Instituto Tecnológico de California tomó la decisión de dedicarse por completo a la física. “Fue otro alcance de mi, entonces, profundo interés por la naturaleza y específicamente en objetos eléctricos, magnéticos y ópticos”, afirma.
Posteriormente obtuvo un Ph.D. en Cornell University. En 1970 contrajo matrimonio con Phyllis Liu.
Esta gran pasión por la ciencia se vio recompensada en 1996 cuando ganó el Premio Nobel de Física junto con los científicos David Lee y Robert C. Richardson. Fue su descubrimiento de la superfluidez del helio 3 el que los hizo acreedores a este reconocimiento.
El ganador del Nobel viaja, desde hace algunos años, alrededor del mundo para ofrecer charlas a estudiantes universitarios y animarlos a interesarse por la ciencia. De acuerdo con Osheroff, este contacto directo es muy necesario.
Este martes 29 de octubre, Osheroff estará en el Palacio de Cristal de Guayaquil, a las 19:00, como invitado a la sesión solemne por el 55º aniversario de creación de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). Él dictará la conferencia ‘De qué manera la ciencia cambia nuestras vidas’.
Además, aprovechando su primera visita a Ecuador, realizará un recorrido por Quito, Guayaquil y las islas Galápagos.
Osheroff también fue elegido para integrar el panel de investigación sobre el accidente del transbordador espacial Columbia, el cual se destruyó el 1 de febrero del 2003.
Actualmente es maestro de la Universidad de Stanford, donde enseña Física y Física Aplicada.
El científico ha declarado en varias ocasiones que considera la curiosidad como la principal motivación que debe poseer cualquier persona que quiera abrirse camino en el mundo de la ciencia. Cree que esta inquietud por descubrir “qué pasaría si...” ha sido el detonante de muchos descubrimientos dignos de un Premio Nobel.
Además de ser profesor de Física, Osheroff también dicta en Stanford un seminario titulado ‘Los aspectos técnicos de la fotografía’.
Y esta disciplina es precisamente otro gran interés en su vida, el cual comparte con su esposa. Por eso, en algunas ocasiones, Osheroff cambia el lente microscópico por el de una cámara fotográfica.