Trajes a la medida enviados por mensajería

04 de Marzo de 2012
  • Elegancia y telas seleccionadas forman parte de los diseños elaborados por los sastres chinos.
  • Elegancia y telas seleccionadas forman parte de los diseños elaborados por los sastres chinos.
  • Entrada del taller en Hong Kong. Es difícil imaginar que se trate de la sede de una operación mundial de sastres.
Keith Bradsher - The New York Times

En Hong Kong un grupo de sastres sabe utilizar la tecnología para acoger las exigencias de sus clientes de todas partes del mundo.

Al caminar por una acera muy transitada en Kowloon, en el lado poco elegante de la bahía de Hong Kong, es fácil pasar de largo un taller poco atractivo que parece un retorno a los días previos a que la ciudad se convirtiera en uno de los centros financieros más ricos del mundo.

Un letrero de plástico blanco que dice: “Empire Int’l Custom Tailors Ltd.”, está colocado sobre la entrada. Hay un perchero para corbatas junto a la puerta y se anuncian a $ 1,25 (10 dólares de Hong Kong), en tanto que un letrero estridente dice: “compre 10 y llévese dos gratis”.

Dentro, el taller es casi claustrofóbicamente reducido, y el probador es una cortina de terciopelo negro que se extiende en el rincón izquierdo de la parte de atrás del cuarto. Es difícil imaginar que se trate de la sede de una operación mundial, Empire International, que hoy vende tres cuartos de sus trajes hechos a la medida a clientes que viven lejos de las costas de Hong Kong. Anthony Asaf, el mayor de dos hermanos que manejan la compañía, pasa nueve meses del año vendiendo en otros países.

La mejor clave del éxito de Empire está en una traqueteada vitrina marrón de acero y vidrio en la acera de la tienda. Está cubierta con las tarjetas de presentación de los clientes. Docenas de gerentes de Eastman Kodak están ahí, con las fotos de la cara en las tarjetas. Igual que diversos diplomáticos estadounidenses que se han traído unos a otros a Empire, jalando a visitantes de Washington, durante décadas.

Ya que diplomáticos y empresarios que han servido periodos en Hong Kong y luego se han mudado a cargos en otras partes, Empire International ha construido su negocio mundial de boca en boca. No son los únicos sastres que hacen eso en Hong Kong, pero Empire ha sido particularmente agresiva; Sam’s Tailor, un popular rival a cinco manzanas de distancia, ahora depende de clientes extranjeros en un cuarto de su negocio.

Asaf tenía planeado volar a Londres, y luego a Manchester, Bruselas, Viena, Fráncfort, Dublín y París en la primera mitad de febrero. Es típico que se quede dos noches en cada ciudad (prefiere los Marriott) y toma las medidas para trajes a una serie de clientes en cada ciudad.

Júpiter Kam, de 55 años, un sastre chino de Hong Kong, vuela con Asaf a cada ciudad, corta y cose rápidamente prendas para la primera prueba de cada cliente. Entonces trae de regreso a Hong Kong las pruebas y las convierte en trajes con ayuda de personal local. Empire International las envía a los clientes por DHL.

Los precios por un traje hecho a la medida en Hong Kong son similares a los de uno en una tienda estadounidense de departamentos, pero quedan mucho mejor. Cuestan de $ 250 a $ 2.500 en Empire; Asaf no vende los trajes menos caros, con tela más barata, a clientes de otros países, para quienes los precios empiezan en $ 450. (Empire y Sam’s Tailor hacen trajes para dama, pero se centran mayormente en prendas para caballeros).

Con un rango de precios de $ 350 a $ 1.700, Sam’s Tailor para nada vende trajes más baratos. Para un traje de alta calidad, con botones de cuerno de búfalo de Gran Bretaña y lana británica, está la compañía A-Man Hing Cheong en el mezzanine del Mandarín Oriental. Sin embargo, hay que estar preparados para pagar $ 1.300 a
$ 3.900 por traje.

Ya pasaron los días en los que un traje de Hong Kong significaba uno muy barato. Otros países de Asia ofrecen ahora trajes más baratos, pero es posible que no se puedan usar. Pagué $ 40 hace unos años por uno hecho a la medida en Hue, Vietnam, y tenía el aspecto de uno de quizás $ 80.

Aun con dos pruebas, estaba tan mal cortado que nunca me lo puse y acabé por regalarlo. Desde entonces, mis trajes, una chamarra deportiva, un esmoquin y varias camisas (hechas a la medida, empezando en $ 32) son de Empire.

En www.empiretailors.com puede ver más información.

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