Nueva sangre libertaria

10 de Noviembre de 2013

Luego del reportaje de Diario EL UNIVERSO, decidimos buscar a más descendientes de los próceres de Guayaquil. A continuación algunos testimonios.

 

Nuria Pérez de Wright
Al servicio de su comunidad

Su ancestro, Mariano Pérez de la Rúa, firmó el Acta Abierta de la Independencia de Guayaquil el 9 de Octubre de 1820 y su nombre figura en la Columna de los Próceres. Además, luchó en las batallas de Junín y de Ayacucho y también en las faldas del volcán Pichincha, las cuales contribuyeron a la independencia de los españoles. Aunque falleció el 9 de octubre de 1842 de fiebre amarilla, su legado permanece entre su familia. Nuria es la quinta generación de la familia Pérez y lleva con orgullo el apellido de su familia.

Ella está casada con Javier Wright Tanca (descendiente de Thomas C. Wright), con quien tiene cinco hijos y es catedrática de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Nuria cree que el mejor legado que puede tener de su antepasado es el espíritu de servicio, el cual ella se esfuerza por aplicar en su profesión e inculcar en sus hijos. “En aquella época todos tenían un gran espíritu de justicia y servicio para con su comunidad, algo que ahora casi no existe”, dice. “No podemos intentar sobresalir egoístamente, es cuando comenzamos a servir que encontramos nuestra felicidad”, expresa. “Para nosotros es importante saber que provenimos de personas que sacrificaron parte de su bienestar por la comunidad” (D.L.A).

 

Carmen Noboa Baquerizo
Comprometida con los demás

Diego Noboa y Arteta fue un personaje patriótico contagiado de ideas independentistas. Por esa razón, es uno de los actantes de las revoluciones del 9 de Octubre de 1820 y Marcista (en 1845, que dieron término al mandato de Juan José Flores) y fue presidente de la República (1850), gobierno en el cual legó una nueva Constitución.

Su descendencia ha dejado a reconocidos personajes en la historia del Ecuador, como el expresidente Gustavo Noboa Bejarano o Ernesto Noboa Bejarano, vicedirector de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. Ambos son sus tataranietos. También hay varios profesionales que sirven en los campos de la Medicina y las leyes.

“Ser descendiente de él me honra... Siempre primaron para él el bienestar de los demás, el trabajo, el respeto y el honor. Esto quiere decir que uno nace con ciertas responsabilidades que nuestros antepasados nos dejaron y no las podemos rehuir”, expresa Carmen Noboa Baquerizo, hija de Gustavo y nieta de la cuarta generación del prócer. Tiene 42 años y es decoradora de interiores. Está casada con Xavier Chávez Estrada, con quien tiene dos hijos: Otón Miguel y Diego Xavier, de 9 y 8 años, respectivamente.

“El linaje que nos cae directamente y lo que caracteriza a nuestra familia (me refiero a mis padres, tíos, hermanos, primos y sobrinos) son la gran vocación de servicio y el deseo de ayudar a los demás”. (G.Q.B.)

 

Valentín Elizalde Jalil
Legado genético

Valentín Elizalde tiene 31 años y un doctorado en Derecho, de la Universidad de La Coruña (España). La vista al río Guayas desde su oficina le recuerda el orgullo de ser guayaquileño. También un legado histórico que lo siente en las venas: es el chozno del general José Antonio Elizalde La Mar, prócer de la independencia del 9 de Octubre de 1820 (el ilustre personaje es su trastarabuelo o abuelo de la cuarta generación y chozno es el término que hace referencia a este parentesco, según la Real Academia Española).

Elizalde La Mar además luchó en la batalla del Pichincha y participó en la Revolución Marcista, que puso fin al gobierno de Juan José Flores.

Es reconocido igualmente por ser candidato a la Presidencia del país en 1850, situación que enfrentaría supuestamente a sus aliados y los de Diego Noboa y Arteta. Pero declinó la postulación (convenio La Florida) y finalmente Noboa fue nombrado presidente. “Renunció como un gesto patriótico”, realza Valentín. “Él también era un devoto del federalismo, pensaba a Guayaquil como un gobierno federal. Sin saberlo, tuve pasión por estudiar las autonomías desde un punto de vista jurídico. Al leer la historia, descubrí que él respaldaba el autogobierno. Es mi herencia genética”.

Vale recalcar que Valentín es Marco Antonio. Así fue registrado desde su nacimiento, como su padre Marco Antonio Elizalde Ycaza, casado con Mercedes Jalil Mata. Pero en papel quedó el nombre, porque su madre prefirió llamarlo Valentín, y así lo distinguen sus amigos y familiares.

Marco Antonio Elizalde Ycaza es uno de los seis hijos que tuvo José Joaquín Elizalde Ycaza con Elba Ycaza Mora. José Joaquín proviene del matrimonio entre Francisco Encarnación Elizalde Gómez y Amanda Ycaza Noboa. A su vez él es vástago de Juan Bautista Elizalde Pareja y Rosario Gómez. En tanto que Juan Bautista fue el primer descendiente de Elizalde La Mar y Nicolasa Pareja.

El joven jurista es esposo de Ana María Cornejo Paulson, con quien tiene dos infantes: Ana María y Valentín, de 1 y 3 años. (G.Q.B.)

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