La ruta de ‘Gabo’: Mompós, el otro Macondo

15 de Junio de 2014
  • Mompós pertenece a las rutas garciamarqueanas.
  • El cementerio de Mompós.
  • Habitante momposino.

Si Aracataca es un pueblo muy similar a los descritos por Gabo: Mompós no se queda atrás. Cuenta con unos 30.000 habitantes, y se ubica en el norteño departamento colombiano de Bolívar. Fue declarado Monumento Nacional en 1959 y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1995.

Hace cuatro siglos fue la tercera ciudad más importante de Colombia, por detrás de Bogotá y Cartagena de Indias. La ciudad fue fundada por el español Alonso de Heredia como Santa Cruz de Mompós en 1537. Fue un pujante y estratégico puerto en el interior del país, y en los años siguientes comenzaron a poblarlo familias llegadas de Sevilla (España), que trasladaron su arquitectura (aún existen casas bien conservadas) adaptada al calor y típica de ribera, así como la devoción católica y el primor en la celebración de la Semana Santa (toda una fiesta en Colombia). Este lugar también es reconocido por su fama mundial de joyas de plata de filigrana (antes lo hacían más con oro).

Esta isla entre aguas dulces del río Magdalena se ganó el sobrenombre de ‘ciudad valerosa’, al ser la primera población del Reino de Nueva Granada en proclamar su independencia absoluta de España en 1810.

Fue casa de descanso y refugio para Simón Bolívar en sus viajes durante la guerra libertadora de América. El Libertador emprendió la campaña admirable con 400 momposinos y el refuerzo de venezolanos, que culminó en Caracas en 1813. Por algo dijo: “Si a Caracas debo la vida, a Mompós debo la gloria”. También la llaman la Ciudad Valerosa y la Ciudad Culta. “En su viaje de agonía desde Santa Fe de Bogotá hacia el Caribe, Simón Bolívar llega a la muy rancia y afligida ciudad de Mompós”, se lee en El general en su laberinto.

Gabriel García Márquez, el autor del libro más famoso de la literatura latinoamericana, Cien años de soledad, dijo un día: “Por fortuna, Macondo no es un lugar sino un estado de ánimo que le permite a uno ver también lo que quiere ver, y verlo como quiere”. Pero cuando en Mompós se celebraron los 20 años de la entrega del Nobel a Gabo, esa ciudad se transformó en Macondo. Ese caluroso puerto se vistió de mariposas amarillas y las notas periodísticas resaltaban lo mágico del sitio.

El espacio que Mompós ocupa en la obra literaria de Gabo es breve, pero imborrable. Hace parte de la gran ruta del río Magdalena, que muchas veces aparece en la geografía garciamarqueana (Cartagena de Indias, Barranquilla, Ciénaga, Aracataca, Santa Marta, La Guajira, Valledupar, Sucre y La Mojana).

Como emblemas de la ciudad, la novela El general en su laberinto, destaca en sus páginas el puerto, la iglesia de la Concepción y el colegio de San Pedro Apóstol, “una mansión de dos plantas con un claustro monástico de helechos y clavellinas, y al fondo un huerto luminoso de árboles frutales (...)”. En uno de esos cuartos se alojó el Libertador en su viaje de huida hacia la muerte que le esperaba en la Quinta de San Pedro Alejandrino.

Queso de capa, dulce de limón, butifarras, bolón de coco, casabitos, vinos artesanales (de frutas distintas a la uva), arroz de pajarito, ayaco momposino, pebre, arroz de chorizo o con coco, son parte de los productos gastronómicos típicos momposinos que pueden degustarse en los restaurantes Comedor Costeño, Café Tinto y El Fuerte.

Fuentes Mompós: Las rutas de García Márquez (Ediciones Tecnológica de Bolívar), agencias y colombiaturismo.com

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