Hijos compartidos

13 de Agosto de 2017
  • La actitud conflictiva de una pareja en el proceso de divorcio puede causar trastornos psicológicos en los hijos.
  • Entre el 2005 y el 2015 el número de divorcios en el país incrementó en un 119,1%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

Un proyecto de ley busca hacer reformas al Código de la Niñez y Adolescencia. Entre las propuestas más controvertidas se encuentra la tenencia compartida de los hijos.

Rocío (nombre protegido) se divorció de su esposo hace unos años. Con la separación también llegó la lucha por los alimentos y la tenencia de sus dos hijas. “En el juicio mi expareja trató de ‘probar’ a toda costa que yo sufría de una enfermedad mental, que no trabajaba y que por tanto no podía quedarme con mis hijas”. Al final del caso, por la carencia de pruebas la corte falló a favor de Rocío, pero ella explica que todos los meses tiene que luchar para que el padre de sus hijos cumpla con la mensualidad por alimentos.

En la Asamblea Nacional, en estos momentos, se encuentra en debate un proyecto de ley que plantea reformas importantes al Código de la Niñez y Adolescencia. Este proyecto que contiene cambios sustanciales en lo que respecta a la tenencia compartida, alimentos, tabla de pensiones, apremio personal, rendición de cuentas, entre otros, encendió la “alarma” entre quienes lo apoyan y lo rechazan.

La tenencia compartida es una nueva figura introducida en el proyecto, que busca repartir en forma equitativa el tiempo de los hijos con los padres divorciados. Además, se plantea que a falta de acuerdo entre el padre y la madre, sea el juzgador quien asigne el cuidado y convivencia diaria de los menores a uno de los padres, sin escuchar a los menores en conflicto.

La abogada Zobeida Aragundi, presidenta de la Asociación de Mujeres Abogadas del Ecuador, dice que otorgar al juzgador la facultad de decisión en la tenencia de los hijos, transgrede la Constitución y contraría al sistema vigente porque al excluir la opinión de los menores se incurre en regresión de derechos.

En países como España y Estados Unidos la tenencia compartida ya ha sido implementada hace algunos años. Maritza Bonilla, miembro de la organización Protección Ternura y Amor con Responsabilidad, argumenta que no podemos compararnos con estos países, ya que pertenecemos a una cultura distinta en la que el hombre se considera proveedor y no copartícipe de las tareas diarias del hogar. Por otro lado, Salim Zaidán, experto en derecho constitucional, opinó en una entrevista para un medio local que los padres han sido reducidos a ser simplemente visitantes esporádicos de los hijos. Lo cierto es que sin importar quién tenga la razón, las estadísticas demuestran que el proceso de separación de los padres deja en los hijos cicatrices difíciles de sanar.

“En el juicio para lograr la tenencia de mi hija, mi exesposa alegó violencia física y verbal, pero nada de eso fue cierto¨, dice José (nombre protegido), quien ahora está sujeto a un horario asignado de visitas para ver a su hija. Por esto opina que la tenencia compartida es una buena opción para que los hijos compartan con ambos padres.

Efectos en los pequeños

Una investigación, conducida por psicólogos de la Universidad de Virginia en colaboración con Princeton y Columbia, comparó las evaluaciones psicológicas realizadas a más de 5.000 menores norteamericanos con distintos regímenes de custodia compartida. Este estudio reveló que la cohabitación estricta genera en el niño inseguridad, inestabilidad y sufrimiento, a diferencia de los niños que viven bajo el mismo techo con su madre o padre. El estudio también mostró que el 43% de los niños que pasaron un día o más a la semana sin su madre, por estar obligados al régimen de visitas, desarrollaron problemas afectivos con la madre y de socialización. Según el estudio, este porcentaje se redujo al 16% en el caso de los niños que solo se alojaban con sus padres un par de veces al mes.

La psicóloga Lourdes Estrella explica que esto depende mucho del lugar donde el niño o niña haya sido criado. Según Lourdes, la tenencia compartida no tendría por qué ser un problema siempre y cuando haya una buena comunicación y disposición de parte de los padres, por ejemplo, si la madre castiga al niño, debe comunicarle al padre la situación para que cuando el niño lo visite, sepa que la regla de la madre sigue siendo importante. Esto sería lo ideal. Lamentablemente, dice Lourdes, estos casos no son muy comunes en nuestro país. La mayoría de los padres son conflictivos y ponen a sus hijos en contra del otro. Debe el Estado activar todos los mecanismos de protección al menor, poniendo a disposición de los operadores de Justicia un equipo multidisciplinario de mediadores, psicólogos y educadores que ayuden a los menores en este difícil proceso.

Corresponsabilidad

La corresponsabilidad parental también se encuentra bajo la lupa y así lo afirma Bonilla cuando dice: “La creencia de que el sistema actual impone obligaciones económicas exclusivamente al progenitor que no ejerce la tenencia, no es correcta”, porque cuando uno de los progenitores demanda alimentos por los menores que se quedan bajo su cuidado, la pensión se fija solo en la parte que le corresponde a este, ya que queda implícita la parte con la que aporta quien se dedica al cuidado de los menores en un trabajo doméstico no remunerado, sin tomar en cuenta que en su mayoría también laboran fuera del hogar y cuyo dinero sirve además para cubrir necesidades de los hijos. No obstante, en el proyecto de reforma se plantea ese reconocimiento.

La abogada Aragundi acepta que el código de la niñez que existe ahora es perfectible y coincide con la psicóloga Estrella en que hay que cambiar la cultura antes que cambiar las leyes. Si los padres no entienden que tienen que asumir su papel de padres y no solo de progenitores, ninguna ley garantizará el bienestar del niño. (A.M.R.)

La tenencia compartida es una nueva figura introducida en el proyecto, que busca repartir en forma equitativa el tiempo de los hijos con los padres divorciados”.

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