El cariño inspira a la cuna centenaria

26 de Agosto de 2018
  • Foto de 1958, con los niños y personal que formaban parte de la Casa Cuna. Fotos: Cortesía
  • Las olimpiadas de la Casa Cuna se celebraron el viernes de la semana anterior con una animada coreo- grafía que incluyó a varios de los niños. Los padres de familia fueron quienes más difrutaron del show.
  • Juan Bautista Arzube Cordero fundó la Casa Cuna hace un siglo.
  • Luis Alfredo Noboa (sentado) es el actual presidente de esta institución centenaria, quien lidera a un grupo humano compuesto por parvularias, profesoras y personal administrativo. Aquí con el busto de su fundador.
  • El edificio patrimonial se ubica del lado de Víctor Manuel Rendón y Boyacá (hoy, un garaje). Pero el ingreso a Casa Cuna es por Escobedo.
Texto y fotos: Moisés Pinchevsky

Este martes 28 de agosto, la Sociedad de Puericultura Casa Cuna Juan B. Arzube Cordero cumple 100 años de apoyar solidariamente y con generosidad en la crianza de los niños y niñas de Guayaquil.

Los niños y niñas bailaron con toda la alegría nacida de sus tiernos años. El viernes de la semana anterior celebraban animadamente las olimpiadas en su querido jardín de infantes y guardería, sin entender quizás que aquel show exhibido ante sus padres era parte de los festejos que esta institución merece por cumplir un siglo de existencia.

¿Cómo explicarles a esos pequeños que su Casa Cuna cumple 100 años de una gigantesca labor social en beneficio de la niñez de Guayaquil? ¿Cómo explicarles aquello, si a su temprana edad quizás solo saben contar con sus deditos hasta el 10?

La Sociedad de Puericultura Casa Cuna fue fundada el 28 de agosto de 1918 por Juan Bautista Arzube Cordero, quien después de haberse graduado de médico en Francia regresó a Guayaquil con el propósito de abrir una institución que ayude a los padres a cuidar a sus hijos pequeños, y también para acoger como orfanato a infantes abandonados que no contaban con la protección de sus progenitores.

Arzube cumplió una misión solidaria e invaluable, ya que en esos años existía una gran necesidad en ese campo no cubierto por el gobierno central.

Así fue el inicio de una gran obra social que se ha mantenido con la misma mística solidaria de su fundador, indica Luis Alfredo Noboa Bejarano, presidente de Casa Cuna desde el 2009, quien agrega que el doctor Arzube contó con el apoyo económico y voluntario de amigos filántropos de la época. Entre ellos se destaca Enrique Seminario, quien donó el terreno donde se construyó el edificio patrimonial donde nació esta entidad, en la calle Víctor Manuel Rendón, intersección con Boyacá. “La estrategia siempre ha sido pasar el sombrero, pedir colaboraciones, porque Casa Cuna no tiene fines de lucro, sino el único deseo de ayudar”, dice Noboa. Por ello suelen pasar apuros económicos, pero que no los han detenido en un siglo de labor.

Ese edificio se mantiene en el mismo lugar, teniendo sobre su fachada una emblemática figura en relieve de Jesús con la inscripción “Dejad a los niños que vengan a mí”. Hoy se dedican a atender a unos 140 niños y niñas, cuyos padres laboran mayormente en la céntrica zona bancaria y comercial de la urbe, por lo que se convierte en un segundo hogar de esos pequeños.

De ellos, unos 110 infantes tienen entre 3 meses y 6 años de edad. Los más pequeños reciben el servicio denominado “gotas de leche”, gracias al cual las madres que trabajan pueden dejar su leche materna para que durante el día puedan recibirla en tetero como parte esencial de la nutrición que requieren durante los primeros seis meses de vida. Todos ellos suelen permanecer hasta las 18:30. Además, Casa Cuna atiende diariamente a unos 30 niños y niñas de entre 6 y 10 años de edad, quienes comen, descansan, realizan sus tareas y juegan hasta que sus padres puedan recogerlos, hasta las 18:00.

SERVICIOS PARA USTED

La Sociedad de Puericultura Casa Cuna Juan B. Arzube Cordero se mantiene económicamente a través de su labor con los niños y niñas de Guayaquil, así que aprovecha este espacio para ponerse a las órdenes para cualquier empresa o institución que requiera de sus servicios de gotitas de leche, jardín de infantes, control de tareas y guardería para beneficio de sus empleados, conforme a lo dispuesto por el artículo 155 del Código del Trabajo.

Adicionalmente, cualquier padre de familia puede solicitar tales servicios de manera individual, para lo cuales se cobra una mensualidad de $ 140.

La Casa Cuna quiere celebrar su siglo de funcionamiento al extender su servicio a cada vez más de niños y niñas de Guayaquil. También tendrá una sesión solemne a cumplirse este martes 28 de agosto, desde las 18:00, en el auditorio de la Benemérita Sociedad Filantrópica del Guayas (Vélez 616 entre Rumichaca y Francisco García).

Casa Cuna de grandes entidades

La puericultura es el estudio y práctica de la salud, los cuidados y la crianza que debe darse a los niños durante los primeros años de vida para que crezcan sanos. Casa Cuna es una entidad experta en esa área, tan necesaria para una ciudad tan grande como Guayaquil; sin embargo, la entidad ha sufrido tiempos difíciles debido a la falta de apoyos económicos. Noboa comenta que llegaron a tener solo una treintena de pequeños, además de que sufrieron problemas administrativos, pero la recuperación comenzó con las presidencias de José Baquerizo Maldonado (2000-2002), Gustavo Cornejo Montalvo (2002-2004) y Arturo Feraud Stagg (2007-2009).

Posteriormente, Noboa realizó un trabajo importante que permitió sumar niños y niñas a la Casa Cuna, para lo cual ofrecieron los servicios de guardería y jardín de infantes a las instituciones bancarias y comerciales de la zona. Esto amparado en un artículo del Código del Trabajo que dispone que toda empresa con 50 o más empleados deben brindar atención de guardería a sus colaboradores, de manera directa o con terceros.

Casa Cuna ahora brinda su atención a entidades como Banco del Pacífico, Banco del Litoral, Banco Bolivariano, Pycca, Tía, Centro Ecuatoriano Norteamericano, Junta de Beneficencia de Guayaquil y Solca.

Tales convenios permiten continuar esta labor, que durante sus años de historia ha estado liderada por personajes ilustres como Leopoldo Izquieta Pérez, Teodoro Maldonado Carbo y Enriqueta Jaramillo de Arosemena. “Ella enviudó tempranamente, así que se dedicó por 40 años a administrar la Casa Cuna, ayudando a los necesitados”, indica Noboa.

Esa ha sido la mística de esta institución centenaria, porque solo un trabajo hecho con el corazón es capaz de durar tanto tiempo, y aún así seguir teniendo la dulce inocencia de un niño.

Contacto: Escobedo 908 entre Víctor Manuel Rendón y Junín, 230-2389, casacunasp@yahoo.com, Facebook: casacuna.

Existe una ley que indica que toda empresa (con 50 o más empleados) debe brindar el servicio de guardería infantil para los hijos de sus colaboradores. Pero muchos no la cumplen.”
Luis Alfredo Noboa Bejarano,
presidente de Casa Cuna.

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