Después del viernes: Cyber Monday

22 de Noviembre de 2015

El comercio electrónico sobrevive en el Ecuador a pesar de los obstáculos tributarios y arancelarios. ¡Y el lunes de compras online llega para fortalecerlo!

Desde hace dos semanas, el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Pablo Arosemena, realiza ejercicios mañaneros en un gimnasio, de 06:30 a 07:30, mientras escucha música que le llega a los oídos vía Bluetooth.

“Me compré unos audífonos inalámbricos que los conecto a mi celular, que permanece en el bolso mientras entreno”, comenta el líder gremial. “Son muy prácticos. No tienen cables. No los había visto en las tiendas del país, así que cuando los encontré en una tienda virtual los compré de inmediato”, señala Arosemena, quien es un convencido de los beneficios del comercio electrónico. “Compro también libros”.

El comercio electrónico es comercio, agrega el también empresario, por lo cual la Cámara lo impulsa para beneficio de los negocios afiliados a través del denominado Cyber Monday (cybermonday.ec), que este año se realizará el lunes 30 de noviembre, inmediatamente después del Black Friday.

“Este Cyber Monday será el más espectacular de todos; habrá grandes descuentos”, dice sobre esta práctica que nació hace una década en Estados Unidos para promover las ventas electrónicas y que en la Cámara de Comercio de Guayaquil organiza desde el año 2011. Aerolíneas, almacenes de electrodomésticos, tiendas de ropa y, desde este año, pequeños y medianos negocios han confirmado su participación.

Habrá recuperación

Las actuales restricciones del Gobierno ecuatoriano en compras on-line al extranjero (sistema 4x4 –cuatro kilos o $ 400–, aranceles, IVA, impuestos y salvaguardias) han provocado que ese tipo de compras se reduzcan en los últimos dos años en productos como celulares, computadoras, ropa y zapatos.

Pero la tendencia apunta a una recuperación, indica Pablo Arosemena. Así también opina Vanessa Barbery, miembro de la directiva de la Asociación de Jóvenes Empresarios. Ella prefiere realizar sus pedidos vía internet, pero solicita el envío hacia la casa de un amigo o pariente en Miami. “Y en un viaje los recojo para traerlos al país”, señala ella, quien, además de electrónicos, ropa y accesorios, suele comprar libros digitales y música.

Ella también observa que se ha incrementado la venta on-line de tiendas nacionales. Sin embargo, recomienda que para que siga creciendo deben mejorar el sistema de entregas. “Dos empresas nacionales me han quedado mal: una vez que compré unos muñequitos de colección y otra con flores”. Las entregas no se cumplieron según lo acordado, pero sí realizaron el débito de la tarjeta de crédito.

“La logística es lo más importante al vender on-line. Decidir cómo realizar las entregas y cumplir los tiempos”, dice ella, para generar confianza. Y para quienes nunca han comprado, ella recomienda intentarlo. “Aunque sea una compra pequeña”, indica. “Dentro del Ecuador también sería una buena opción pagar con transferencia” y no solo con tarjeta de crédito.

Alejandro Varas, gerente general de la empresa Domo, que desarrolla proyectos de comercio electrónico, considera que vía internet resulta conveniente comprar “productos tecnológicos como tablets, smartwatches o libros, por su facilidad de transportación y envío alrededor del mundo y que cumplan con el 4x4. En segundo lugar, ciertas prendas de vestir (que cumplan el 4x4) como zapatos, gorras, accesorios deportivos e incluso camisetas. Y en tercer lugar productos como accesorios o juguetes de un tamaño pequeño como llaveros”.

Tal tendencia resulta una oportunidad para las tiendas nacionales, dice Varas. “El ecuatoriano promedio ya le perdió el miedo a comprar por internet y muchos emprendedores y empresarios locales han descubierto recientemente la ventaja, el gran alcance e impacto que tiene un canal de ventas directo y 24/7, a una tienda física que su limitante es geográfica y logística”. 

Azael Torres, propietario de Bakanes, vende camisetas, gorras y buzos por su página web. “Fuera del tipo de producto (que se venda) siempre se debe tener un valor agregado, algo que haga sentir al consumidor único. Ahí el desafío. Esto lo entienden bien las marcas locales de ropa y zapatos de diseñador, que hacen piezas únicas con mucho detalle que finalmente el consumidor valora”, indica.

Torres divide en dos tipos las tiendas que venden on-line: “Las grandes de marcas establecidas y las de talentos emergentes; los segundos tienen ventajas importantes: mueven comunidades donde son muy influyentes, la gestión de ventas es cálida, son muy dinámicos y responden a las necesidades inmediatamente”, señala, y observa que las grandes marcas, con algunas excepciones, aún ven sus portales solo como una página web y no como una tienda en línea.

Álex Santos, directivo de la empresa Santdev, que elabora páginas web comerciales, también se considera un comprador on-line. Y observa el crecimiento de los negocios nacionales que venden en línea. “Es fundamental un buen diseño de la página, con fotos que muestren el producto de manera adecuada”, señala Santos, quien considera que el portal Amazon es un ejemplo sobre cómo vender por internet.

El diseño es fundamental, pero también que la tienda genere confianza con las entregas, agrega.

Todos coinciden en que el comercio electrónico en el país debe amplar las opciones de pago en línea, como con un botón de pago local que englobe varios bancos y tarjetas, y que abarque a negocios pequeños y medianos. Eso sería un gran negocio para Ecuador. (M.P.) (I)

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