¿Cómo pedir aumento de sueldo?

22 de Enero de 2012
Siegel Bernard - The New York Times

La mayoría de personas están deseosas de recibir mejores ingresos laborales, pero... ¿qué pasa cuando el tiempo corre y nuestro bolsillo sigue estancado? Esta frustración plantea la posibilidad de pedir un aumento. Aquí algunas sugerencias.

Pedir un aumento de sueldo es bastante difícil en tiempos económicos normales. Sin embargo, ahora, no puede evitar preguntarse: ¿el solo hecho de pedir más dinero conlleva sus propios riesgos?

“Si es un empleado con buen desempeño, que contribuye, creo que representa cero peligro”, observó Mike Zwell, un consultor y autor de Negociación de un sueldo de seis dígitos (Adams Media, 2008). “Lo peor que puede pasar es que digan que no y te den alguna explicación”.

A últimas fechas, ha habido algunos signos alentadores en cuanto a la paga. “La realidad es que la mayoría de las empresas ha respondido muy rápida y efectivamente a las condiciones económicas cambiantes”, agregó Zwell. “Así es que la sensación de escasez es mucho mayor a la escasez real para quienes tienen empleo”.

No obstante, el presupuesto para compensaciones sigue siendo reducido, y los empleados que obtienen aumentos tienden a ser las estrellas de mejor desempeño, con habilidades exclusivas, de la compañía; en otras palabras, los empleados con mayor riesgo de que se los lleve la competencia.

Sin embargo, aun si es uno de los suertudos y le dan lo que pide, es posible que las recompensas no sean para nada tan generosas como esperaba.

El típico incremento por méritos ha sido muy recientemente de 1,9% a 2% en promedio, mientras que los empleados con el mejor desempeño obtienen cerca de 4%, según Stephen Mork, un director de compensaciones y beneficios mundiales en la consultoría Buck Consultants.

En comparación, en el 2007, el aumento por méritos promedio fue de cerca de 3,8% para un gerente de nivel medio, bastante acorde con los incrementos en todos los niveles. “Cuatro por ciento era en los viejos tiempos”, dijo Mork y notó que en el 2006 y antes, eran comunes los aumentos de cuatro a cinco por ciento.

¿Cómo puede distinguirse? Mucho depende de cómo lo perciben y de su enfoque general cuando plantea su solicitud. Así es que antes de entrar en la oficina de su jefe, varios gurús de las carreras sugirieron considerar lo siguiente: ¿Es merecedor? Mucho antes de pedir un aumento, necesita tener alguna idea de cómo lo perciben. La mayoría de los trabajadores ha dicho que su patrón no proporciona suficiente retroalimentación, según Buck Consultants. Y, aunque eso habla de la falta de comunicación de los supervisores, también muestra que los empleados tampoco hacen suficiente.

“Si no tiene esas medidas, entonces, no maneja adecuadamente su carrera. Y eso se relaciona con la paga y con pedir aumento por méritos”, dijo Mork.

Así es que si su empleador no ha establecido revisiones formales de desempeño, fije un momento para preguntarle a su supervisor cómo está usted trabajando.

“También es importante que expresen un claro entendimiento de las realidades de la  situación económica y de cómo impacta a la organización en su conjunto.  Debería ser una conversación en la que todos salgan ganando”. Jane T. Schroeder, consejera de carreras en Milwaukee (EE.UU.)

 

La preparación

Una vez que decidió que merece un aumento, tómese el tiempo para armar su argumentación. Idealmente, sus superiores ya tienen una idea de su desempeño, lo que significa que necesita realizar una modesta autopromoción en el transcurso del año.

“Necesita tener una estrategia interna y externa de relaciones públicas”, comentó Jeffrey Pfeffer, un catedrático de comportamiento organizativo en la escuela de negocios de Stanford, y autor de Poder: por qué lo tienen algunas personas (HarperBusiness, 2010). “Necesita forjarse una reputación. Necesita hacer que la gente sepa quién es usted”.

También debería llevar un expediente con las cartas de “expresiones de aprobación” de colegas o clientes, que ayudarán a justificar su solicitud. Y lleve un registro de cualquier responsabilidad adicional que haya asumido, quizá porque despidieron a otros o, simplemente, porque sus funciones evolucionaron o se expandieron.

Entre tanto, trate de enmarcar en formas medibles sus contribuciones, dijo Marty Martin, un catedrático adjunto de recursos humanos en la Universidad DePaul y psicólogo financiero en Aequus Wealth Management en Chicago. Eso es más fácil de hacer en algunos cargos que en otros –como ventas, por ejemplo–, así es que podría necesitar ser creativo.

Ponerlo todo por escrito ayudará a organizar sus ideas. Por un lado, haga una columna con la lista de todas sus responsabilidades. En otra (que debería ser considerablemente más larga), ponga lo que ha logrado en orden de importancia, dijo Kate Wendleton, la presidenta de la organización de entrenamiento en hacer carrera, Five O’Clock.

Hacer este ejercicio ayudará a elaborar un argumento contundente para presentar a los supervisores, muchos de los cuales ni siquiera controlan los hilos del bolsillo de la compañía. Así es que facilítales el trabajo. “Para que le den un aumento, su jefe debe preguntar a sus superiores, lo que probablemente es tan angustioso para ellos como lo fue para usted”, dijo Wendleton.

Las cifras

Asimismo, trata de evaluar qué tan justamente le están pagando. Las formas más efectivas pueden ser mediante las redes o las fuentes internas, ya se trate de empleados de recursos humanos o de otras áreas en los que puedas confiar, indicó Zwell. ¿Su compañía tiene niveles de salarios con un mínimo y un máximo? ¿En cuál está? ¿Es realista su solicitud? “Debería averiguar esto antes de pedir un aumento”, agregó.

También puede consultar muchos sitios web para recopilar información sobre salarios, aunque varios expertos fueron renuentes a recomendar alguno porque las cifras pueden variar ampliamente con base en la geografía, las empresas en particular u otros factores.

Sin embargo, no son un mal lugar para empezar. Rápidamente, una visita al sitio web Glassdoor.com, que recibe ese tipo de información, en forma anónima, de empleados, y sus cifras parecen realistas (al menos, en Nueva York).

Practicar

Antes de acercarse a su jefe, resuma los puntos principales que quisiera plantear, practique su discurso con alguien y visualice qué tipo de respuesta podría obtener. Entre más se prepare, dijeron los expertos, es más factible que sienta menos ansiedad.

Y si es del tipo nervioso, considere seguir algunos ejemplos de la escuela de actuación del Método, en la cual se aprovechan las emociones que se sintieron en el pasado. “Necesita recurrir a un momento en el que se sintió seguro de sí mismo y con derecho a pedir algo, y traerlo al presente”, explicó Pfeffer, quien enseña el enfoque en su clase Los caminos hacia el poder. “Si cree que no merece un aumento, entonces las posibilidades de que alguien más le crea son de casi cero”.

Cómo lo pide

Se deberían evitar las amenazas y los ultimátums, algo que señala la mayoría de los gurús citados. Es más factible que su jefe trate de encontrar el dinero si deja claro que está contento con ser parte de la empresa. “También es importante que expresen un claro entendimiento de las realidades de la situación económica y de cómo impacta a la organización en su conjunto. Debería ser una conversación en la que todos salgan ganando”, señaló Jane T. Schroeder, consejera de carreras en Milwaukee, quien sugirió presentarse como una solución para algunas de esas inquietudes.

Y las mujeres deben ser especialmente cuidadosas con su enfoque. Investigaciones muestran que se percibe a las mujeres que piden más dinero como menos atractivas que sus contrapartes masculinas.

Así es que es especialmente importante que ellas enmarquen su solicitud en un contexto del bien mayor para la organización.

“También es cierto que la tensión y la escasez llevarán a las personas a confiar más en las reglas prácticas y los estereotipos”, notó Iris Bohnet, la directora del Programa de las Mujeres y las Políticas Públicas de la Escuela Kennedy de Harvard.

Prepararse para una negativa

Debería tener un plan de respaldo en caso de que se niegue su solicitud. “También desea anticiparse a algunos obstáculos que lance el jefe, y preparar algunas respuestas a ellos antes de la conversación”, dijo Schroeder.

Así es que si su patrón no puede o no quiere darle el aumento en este momento, pregúntese qué más podría ayudar a mejorar su satisfacción en el empleo. ¿Más vacaciones? ¿Otros activos intangibles? O, dirige la conversación de tal forma que sea “sobre cómo podemos mejorar la función para garantizar un espectro más elevado”, dijo Schroeder.

Hasta un resultado decepcionante podría tener algo positivo en el largo plazo porque abrió las líneas de comunicación, lo cual puede ayudar a forjar una relación con su jefe. También es importante tratar de conservar cierta perspectiva, ya que estas situaciones tienen el potencial de hacer algunos agujeros en su autoestima. “Lo tomamos en forma personal, cuando la mayor parte del tiempo no lo es”, dijo Zwell.

 

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