Libros prohibidos por la Inquisición
Unos por desvirtuar el catolicismo, otros porque versaban sobre astrología o por sus ideas revolucionarias: la Inquisición aplicó todo tipo de censura a numerosos libros, algunos de los cuales presenta la Biblioteca Nacional de México, que alberga el mayor acerbo de ejemplares antiguos en Latinoamérica.
La exhibición es obra de expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México que se adentraron en ejemplares de siglos de antigüedad para seleccionar 49 que ilustran esta acuciosa labor de determinar qué sí y qué no se debía leer según la Inquisición española (siglos XV-XIX).
Al momento de ejecutar su tarea, explica de su lado el también investigador César Manrique, “había censores al servicio de la Inquisición, unos más prolijos y fanáticos que otros”, como muestra el Propinomio Evangélico, del italiano Calvi de Bergamo Donato editado en 1773.
La pieza más antigua es un incunable de 1497, De nativitatibus, de Julius Firmicus Maternus, un compendio de astrología que perteneció a Melchor Pérez de Soto, uno de los arquitectos de la catedral de Ciudad de México. “La astrología era una actividad prohibida por la Inquisición en su regla novena porque, decía, atenta contra el libre albedrío”, explica un experto.
“La censura es solo un ideal de control. Lo que ha dado sentido a la tradición democrática universal fueron libros prohibidos de autores como Voltaire, Rousseau y tenemos ejemplares de ellos. Las ideas siguen fluyendo, la inquietud por conocer a través del vehículo, que es el libro no se le puede detener”, concluye otro de los organizadores. (I)