Fracasos de signos de puntuación
¿Qué hacer cuando la persona a la que se quiere citar se extiende y se extiende y se extiende (y se extiende) y no termina de llegar al punto? ¡Utilice el signo de casi-cita, por supuesto! No se preocupe, los profesores de lenguaje no le enseñaron mal.
La casi-cita es un signo de puntuación que solo lo conocen algunos académicos y aquellos que eran fanáticos de la ciencia ficción en las décadas de los 30 y 40. Era utilizada cuando una cita original era muy larga o muy confusa para reproducirla por completo. A continuación otros signos que nunca llegaron a ser aceptados universalmente.
El exclarrogativo pretendía resolver el problema de combinar la sorpresa con la duda.
El interrobang o exclarrogativo llegó en 1962, cuando Martin Speckter, un ejecutivo de Nueva York, escribió un artículo para una revista en el que propuso utilizar un signo que combinara el de interrogación con el de exclamación.
Un escritor francés llamado Hervé Bazin hizo una evaluación del uso del francés como idioma. Entre las innovaciones figuraban símbolos para referirse al amor, aclamación, certeza, duda, autoridad e ironía.
Como la casi-cita y el interrobang, Bazin diseñó sus signos para caricaturizar símbolos existentes: por ejemplo, el punto amor se escribía con dos signos de interrogación opuestos para asemejar un corazón.
En 1992 tres inventores registraron dos patentes en la Oficina de Propiedad Intelectual de Canadá: la coma exclamativa y la coma interrogativa.
Si ya los signos de puntuación tradicionales son difíciles de utilizar para muchas personas, resultaba una tarea titánica incluir nuevos símbolos dentro de las reglas de la gramática. (I)