‘Ahora sé quién soy’

13 de Abril de 2014
EFE

De sus “pulsiones vitales profundas” nacen las novelas de Pablo Simonetti, envueltas por espacios que para él son cercanos, y sobre todo, por el concepto de “identidad”, que le ha perseguido a lo largo de los años hasta llegar a convertirse en una de sus obsesiones como escritor.

En La soberbia juventud, calificada por Simonetti (Santiago de Chile, 1961) como una “novela de formación”, reflexiona sobre la juventud y su correspondiente búsqueda de la propia identidad, debido a que a él “le gustó mucho” encontrar la suya, comenta.

“Ahora sé quién soy, pero la juventud sigue siendo algo maravilloso”, opina el autor, que en su obra, editada por Alfaguara, realiza una mirada en la que se mezcla la nostalgia y la tristeza por aquella etapa perdida y una cierta ternura “por esa ingenuidad que hace que los jóvenes se equivoquen”.

Para él, descubrirse a sí mismo entrañó un complicado proceso, a pesar de las aparentes ventajas que aportaba el haber nacido en una buena familia y haber tenido una buena educación, algo que le convertía, según sus palabras, en un “privilegiado en todos los sentidos”.

“Aun así me costó reconocerme como una persona homosexual y me costó también encontrar mi vocación literaria”, confiesa el autor, quien ha situado en el centro de su novela a Felipe, un veinteañero gay que, cuando aún no sabe ni quién es como persona ni qué espera en la vida, se encuentra con las presiones que conlleva su posición social.

“Las clases oligárquicas chilenas tienen un sistema de discriminación, montado como uno de pertenencia, con códigos pasados de generación en generación que hacen que se reconozcan entre sí, y van dejando fuera a todo aquel que no responda”, señala Simonetti. 

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