Un 2017 terrorífico: ¿Y en Navidad?
“Y es que nos guste o no, el cine de terror está presente prácticamente todo el año, basta con revisar la cartelera semanal para encontrar cada siete días una nueva película de este género”.
Es diciembre y esta columna bien podría tratarse acerca de películas navideñas, pero no. El autor de este espacio no es muy amante de estas cintas generalmente cursis, simplonas en su estructura y azucaradas en sus temas a más no poder. Claro, hay excepciones como en toda regla, pero aún así este no es el tema del ojo seco decembrino.
La reflexión de este mes es acerca de uno de los géneros que suele ser menospreciado por los “grandes críticos”: el terror. Y es que nos guste o no, el cine de terror está presente prácticamente todo el año, basta con revisar la cartelera semanal para encontrar cada siete días una nueva película de este género. Es cierto que muchas de ellas son repetitivas y de dudosa calidad, pero en medio de esta ola de sustos mal logrados, aparecen unas cintas más que respetables que merecen nuestra atención. Hoy vamos a recordar a tres de estas películas que han pasado por nuestras carteleras en este 2017 que se termina y si no las vieron, ya pueden irlas buscando para una terrorífica maratón de fin de semana.
La primera de las películas a la que haremos referencia, de hecho está cosechando resultados interesantes en esta época de premios, recibiendo algunas nominaciones importantes, la última de ellas a los Globos de Oro. La cinta es Get Out, dirigida por Jordan Peele y protagonizada por Daniel Kaluuya y Allison Williams. La historia parece sencilla: una pareja interracial va a conocer a los padres de ella y lo que debería ser un agradable fin de semana se transforma en una pesadilla para Chris (Kaluuya), que se da cuenta que en ese aparente apacible lugar sucede algo extraño.
Esta cinta no nos atemoriza por derramar sangre o con monstruos sobrenaturales, sino que más bien juega con nuestra mente y nos enfrenta a un tema mucho más actual y real: el racismo. La aparente aceptación por parte de los padres de Rose (Williams) de la relación de su hija, en
realidad encierra algo más siniestro que tienen que ver para
descubrir.
Get Out está llena de giros inesperados y nos mantiene nerviosos y ansiosos durante buena parte de su desarrollo, algo que una buena cinta de terror debe hacer.
En nuestra segunda cinta sí tenemos un monstruo, una criatura sobrenatural y una que asusta mucho: el payaso Pennywise de It. Esta película adaptación de un libro de Stephen King nos aterroriza desde sus primeras escenas. Es un cine de terror más convencional con una criatura que atormenta y persigue a los protagonistas, y nosotros también somos receptores de la desesperación de ellos. La cinta maneja muy bien los recursos del género: hay sangre, pero no mucha: hay sobresaltos, hay una casa abandonada, una historia sobrenatural, pero sobre todo, hay un terrorífico gran protagonista al mejor estilo de los ahora clásicos Michael Myers o Freddy Krueger, el payaso Pennywise.
La verdad sea dicha, ¿quién no le tuvo alguna vez miedo a los payasos?
Finalmente, la tercera película de este recorrido por el cine de terror, llega desde Francia y es una verdadera joya del género: Voraz. Esta cinta narra la historia de una chica vegetariana que va a la universidad y en un rito de iniciación se ve obligada a comer carne, lo que despierta en ella un apetito insaciable por carne, incluso la humana.
Aunque el filme incluye algunas escenas impactantes y fuertes, lo más interesante de Voraz es el subtexto que maneja. Para Justine, el probar carne coincide justo con su paso de la adolescencia a la adultez. Deja de ser una adolescente para convertirse en una adulta y una vez que prueba todo lo que tenía prohibido, descubre un mundo nuevo, que la lleva a una decadencia de la que no es fácil salir.
La cinta es una verdadera delicia y merece que se le dé una oportunidad. No en vano ganó el premio de la prensa en el festival de Cannes del 2016. (O)
