Cartelera cinéfila: Sin variedad, pero con danza de millones

Por Harpo
13 de Mayo de 2018

“Las cadenas de cine son un negocio, de acuerdo, pero este como tal es conocido como el séptimo arte y se merece un poco más de respeto”.

Hasta el cierre de edición, se informaba que Avengers: Infinity War.

Fanáticos de los Avengers hay muchos, no solo aquí, sino también alrededor del mundo. No en vano la última película de la saga, Infinity War, ha superado los mil millones de dólares en recaudación en tan solo once días. Es un fenómeno que mueve masas, de esos en los que la gente va al cine disfrazada o por lo menos con vestimenta alusiva a los que son sus personajes favoritos. Una vez en la sala de cine se puede sentir la emoción del público que literalmente se agarra al asiento, suspira, ríe, grita y come su canguil nerviosamente mientras siguen la acción en la pantalla. Todo este ritual está perfecto, los fanáticos tienen todo el derecho de disfrutar de lo que les gusta, a ellos simplemente no les importa lo que piensen los críticos sobre la película, simplemente quieren vivir las aventuras de sus superhéroes favoritos y entretenerse.

Es por esto que la reflexión de hoy no se centra en valorar las virtudes artísticas o no de Infinity War. No. La reflexión de hoy es más una pregunta para los programadores de las salas de cine: ¿Qué opciones tienen para disfrutar del cine quienes no son seguidores de los Avengers? La respuesta pareciera ser muy poca e incluso ninguna. Durante el reciente feriado, por ejemplo, una cadena de cines simplemente eliminó de su cartelera cualquier otra película que no sea Avengers: Infinity War, dejando de brazos cruzados a quienes querían ir al cine, pero no precisamente a ver las aventuras de los personajes de Marvel.

El caso de Infinity War es el extremo de una realidad a la que nos tenemos que enfrentar semana a semana: la poca variedad de oferta de películas en las salas de cine. Generalmente, la cartelera está compuesta del blockbuster de turno que ocupa como mínimo dos salas de proyección (aunque pueden ser más), una serie de películas de terror de las que nadie ha oído hablar, alguna que otra infantil también de dudosa calidad y alguna joya escondida que para verla tenemos que hacer malabares con nuestro tiempo, ya que generalmente se exhibe en horarios difíciles de acceder.

Si a este problema de variedad, le sumamos también la dificultad de acceder a películas en su idioma original (ya que ahora la mayoría vienen dobladas al español), quienes apreciamos el cine muchas veces nos vemos imposibilitados de acceder a él y debemos esperar a encontrar esa película que queríamos ver en algún canal de cable o, admitámoslo, a buscarla en su “versión pirata”.

Las cadenas de cine son un negocio, de acuerdo, pero este como tal es conocido como el séptimo arte y se merece un poco más de respeto; pero, al igual que con la televisión, parece que cada vez más, los que mandan son los números. (O)

ojosecosec@gmail.com

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