Un seductor en apuros

Por Hernán Pérez Loose
04 de Agosto de 2013

Después de lograr escaparse de la prisión en Venecia, Giacomo Casanova, que es el principal protagonista de La amante de Bolzano, llega a la pequeña ciudad de Bolzano, enclavada en el norte de Italia. Allí, el fugitivo de Venecia planea descansar unos días y recuperar sus fuerzas luego de su histórica escapada.

Pero Casanova no encontrará la paz que buscaba en Bolzano. De manera sorpresiva el célebre veneciano se encuentra allí con el Duque de Parma, antiguo enemigo suyo. En el pasado ambos se habían enfrentado a un duelo en el que el Duque había salido victorioso. Según lo acordado previamente, Casanova debió cederle al Duque la joven Francesca con quien a la sazón estaba enamorado, quizás había sido el único amor verdadero del veneciano.

Pero el encuentro en Bolzano, y los apuros que tiene Casanova como fugitivo de la justicia, le abre al duque la oportunidad para enterrar para siempre su sospecha de que Francesca había seguido enamorada de aquel. El duque insiste y fuerza a su viejo rival a entrevistarse una noche con Francesca para tener un último enfrentamiento. A cambio de dinero y libertad, Casanova deberá realizar la más difícil de sus actuaciones: asegurarse de que Francesca se lleve tal decepción de él durante esa entrevista que ella no pueda sino olvidarlo para siempre.

El veneciano es un seductor consumado, un enemigo jurado de la virtud y la moralidad. Es la encarnación del desatado instinto sexual que persigue conquista tras conquista. “Una llama que arde, pero que no puede dar calor”. Lo único que puede provocar es la emoción de la seducción, una marca que le impide conocer la satisfacción. El amor parece ser demasiado para él. El duque, por su parte, es un hombre que vivió del poder, pero que terminará sus días preso de su vanidad. Ambos enemigos, el duque y el aventurero veneciano, a pesar de su enemistad tienen en común ver en Francesca una mercancía cuyo precio está sujeto a negociación.

Pero ambos se llevarán, sin embargo, una enorme sorpresa. El encuentro de Casanova y Francesca no es el que ellos habían planeado, ni el que el lector se imagina. El viejo seductor terminará enfrentando el vacío de su existencia, la soledad de su vida y el miedo a él mismo. Francesca se encargará de demostrar durante tan intenso encuentro, y a través de ella el propio autor de la obra, que el amor parece ser hecho para otro mundo.

Tejida de largos y vibrantes monólogos, todos llenos de profundas observaciones, La amante de Bolzano (editorial Salamandra, Barcelona, 281 páginas) es una de las mejores novelas del gran escritor húngaro Sándor Márai (1900-1989).

hernanperezloose@gmail.com

  Deja tu comentario