Sin ferias, con un festival

Por Clara Medina
08 de Septiembre de 2013

En el 2006 nació la Feria del Libro de Guayaquil, ideada por el empresario Jaime Rull, con el apoyo del Municipio de la ciudad. Nació con bríos. Llegaron autores y actividades. Y con el tiempo llegaron también las críticas a lo que algunos consideraron desaciertos: la inclusión de un comercio que nada tenía que ver con la actividad librera (venta de tumbas, artesanías, helados, entre otras cosas) o la no jerarquización en la programación.

En el 2010 se sumó otra feria para la ciudad: la del Ministerio de Cultura. Llegaron autores. Y al igual que a la otra cita, le llegaron también las críticas. Las acusaciones de censura y exclusión fueron uno de los episodios más sonados de una de las ediciones. Entre críticas y elogios, entre altos y bajos, las dos ferias empezaron a recorrer un camino. Sin embargo, el 2013 trajo una sorpresa poco grata: ninguna de las dos se realizaron. La ciudad se quedó huérfana, lo cual constituye una pérdida, porque con ello se aleja la oportunidad de realizar un trabajo por el fomento del libro, la lectura, y la difusión y el conocimiento de los autores. El Ecuador tiene un paupérrimo índice de lectura, reportan las estadísticas.

Ambas ferias tenían falencias, aristas por mejorar, pero no es suspendiéndolas como se solucionan. Si los escritores dicen que a escribir se aprende escribiendo (y leyendo), pues a hacer ferias, supongo yo, se aprende haciéndolas. También evaluándolas tras cada edición, corrigiendo fallas, escuchando críticas y asumiéndolas. No es de la noche a la mañana que una feria se convierte en una potente actividad. Son los años, el capital humano y económico, la experiencia que se va ganando y la voluntad de hacer una propuesta desde la aspiración de la excelencia y con expectativas amplias, lo que hará que se cimente.

Ahora, sin feria, el Ministerio de Cultura propone para Guayaquil el Festival Eros, Cultura y Civilización, que se realizará en octubre próximo y junta diversas artes. Entre los invitados estará la escritora Almudena Grandes, cuya trayectoria, al igual que su apellido, es grande. En 1989 ganó el premio de literatura erótica La sonrisa vertical con su novela Las edades de Lulú.

Malena es un nombre de tango, Aunque tú no lo sepas, Atlas de geografía humana son tres de los muchos títulos que ha publicado esta escritora nacida en Madrid en 1960, cuyos libros han sido llevados al cine. Pero su obra no se queda solo en el apartado erótico.

En el 2007 publicó una de sus más ambiciosas novelas, El corazón helado. A esta le siguieron Inés y la alegría y El lector de Julio Verne. Esta narradora, que se desplaza también por el cuento, el ensayo y el periodismo, es la que visitará Guayaquil. Que el entusiasmo que seguramente despertará su presencia entre el público y los lectores sean un incentivo para que en el 2014 se retomen las ferias, en las cuales los libros y los autores sean los auténticos protagonistas.

claramedina5@gmail.com

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