Rosas entre vikingos

Por Hernán Pérez Loose
27 de Mayo de 2012

La historia comienza con una simplicidad que puede hasta incomodarnos. Un joven se apresta a dejar su hogar en Islandia para ir a restaurar un rosal en un monasterio, lugar donde además se propone sembrar una extraña rosa de ocho pétalos herencia de su madre recién fallecida en un accidente.

Aunque su padre le brinda su apoyo no deja de expresar su preocupación. Lobbi, como se llama su hijo, debería estar pensando más bien en ir a la universidad y prepararse para una profesión más que en salvar un rosal.

Sin embargo, a medida que corren el tiempo y las páginas de la novela, el viaje del protagonista a este lejano monasterio se revela en realidad como un peregrinaje de autorrealización personal. Vamos descubriendo, con una simplicidad y delicadeza bellísimas, varias facetas de la condición humana que parecerían ya sepultadas.

En La rosa cándida (Alfaguara. 2011, 272 págs.) la escritora islandesa Audur Ólafsdórttir ha logrado combinar una hermosa y sencilla historia con poderosos mensajes narrados con sutileza. Así, el impacto que pueden tener en nuestras vidas incidentes involuntarios lo descubrimos en la hijita de Lobbi, una linda niña nacida sin así él o su madre, pero que termina transformándolos a ambos.

El cuestionamiento al estereotipo de la masculinidad lo vemos en las prioridades que tiene protagonista en su vida: ganarse la vida salvando un jardín de rosas, aprender a amar a su hija, cocinar para ella y para su madre, tan ocupada en preparar su tesis de estudios.

La amenaza que corren ciertas lenguas con extinguirse –como es el caso del islandés– puede sentirse en los esfuerzos de Lobbi por aprender a hablar el idioma de los residentes del lejano pueblo donde ha viajado.

Pero por encima de todo está el contraste de una narrativa tan llena de ternura con la geografía e historia del país de origen de la autora. Como ella señaló en una reciente entrevista al diario español El País, el suyo es un libro “de cómo afronta un joven la paternidad. ¿Quieres seguir siendo libre o comprometerte? Nadie nace siendo padre o madre y todos tenemos nuestros sueños”.

Y añadió: “Los padres son tanto o más importantes que las madres, si se dieran cuenta de ello tendríamos un mundo mejor... Aquí (en Islandia) sabemos de eso: los vikingos dejaban a sus familias para ir a robar y violar, destrozaban hogares y luego volvían al suyo a descansar... Mi libro es una oda al hombre, a la nueva masculinidad; es totalmente antivikingo”.

La novela ha acumulado más de una decenas de premios internacionales y viene siendo traducida a varios idiomas.

hernanperezloose@gmail.com

  Deja tu comentario