Los peligros del amor

Por Hernán Pérez Loose
08 de Enero de 2012

“She should have died hereafter” es la primera línea del famoso y enigmático soliloquio de Macbeth  (Acto V, escena 5). “Ella debió haber muerto más tarde”. En este punto de la obra Macbeth acaba de recibir la noticia que su esposa ha muerto.

Y luego añade “There would have been a time for such a word”. “Habría tenido tiempo para semejante desventura”, es una de las traducciones. La reacción de Macbeth es sorprendente. Su esposa era el único lazo que él realmente apreciaba en el mundo de intrigas y luchas intestinas en que vivían.

Pero ese lazo de afecto también parece haber sido arrasado por la sangre que invade todo lo que le rodea a Macbeth: es el precio de su ambición. Lejos de expresar tristeza por la noticia, Macbeth se limita a reprochar más bien el momento en que ha ocurrido esa muerte. Si ella iba a morir de todas formas, parece decir,  debió suceder en otro momento, no ahora que no dispongo de tiempo para such a word.

Pero, ¿cuál es el momento más oportuno para morirnos? Es más, ¿existe semejante momento? Así como no parece existir el momento oportuno para nacer, tampoco parece haberlo para nuestro final.

En su interesante novela Los enamoramientos (editorial Alfaguara, 2011, 401 páginas), Javier Marías toma como referente este pasaje shakesperiano para producir una fascinante obra.

María Dolz, una joven madrileña y editora de libros, pasa encantadores momentos mirando de lejos cómo una pareja de casados jóvenes, Luisa y Miguel Deverne, se encuentran todas las mañanas en la misma cafetería que ella frecuenta. La vida sana y financieramente holgada que ambos gozaban termina en añicos  cuando Miguel es asesinado aparentemente por un error.

La trágica muerte de Miguel hace crecer una amistad entre Luisa y María, y un amor de amantes entre esta última y Javier Díaz- Varela, un amigo de familia del asesinado Miguel. María sabe que su enamoramiento con Javier es pasajero, que durará hasta que Luisa olvide por completo a su marido y lo acepte como su sustituto.

Pero es una espera que se prolonga mucho, pues, Miguel parece no haberse ido. Un buen día María descubre, sin embargo, un secreto que  llevará sus experiencias a límites insospechados.

Como Lady Macbeth todos los personajes en esta novela –escrita con una prosa cautivante, introspectiva– parecen haberse equivocado en la oportunidad de sus actos  y pronto terminan descubriendo que el amor puede ser la fuente de las peores infamias y mayores peligros.

La trilogía Tu rostro mañana y Mañana piensa en mí en la batalla son otras de las novelas de Javier Marías cuya lectura siempre es recomendable.

hernanerezloose@gamil.com

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