La infamia de tres encuentros

Por Hernán Pérez Loose
20 de Noviembre de 2016

En su interesante libro sobre la conquista de América, Tzvetan Todorov estudia la visión que tuvieron los europeos que llegaron a estas tierras con respecto de aquellos individuos que “descubrieron”. El autor examina el proceso de construcción del “otro”, desde la mirada de gente que provenía de un continente que estaba atravesando, por su lado, una compleja transición cultural de lo colectivo del medioevo, a lo individual del Renacimiento, y que estaba, además, siendo dominado por sangrientas guerras. América, de alguna forma, se convirtió para estos recién llegados en una extensión de Europa. Y con ello ese histórico encuentro entre los dos mundos tuvo profundas consecuencias en ambos lados del Atlántico.

En su estupenda novela, Tríptico de la infamia (Editorial Penguin, Bogotá. 2014), el escritor colombiano Pablo Montoya narra los complejos efectos que este encuentro produjo tanto en Europa como en América, a través de la vida de tres artistas europeos. Se trata de Jacques Le Moyne, quien es un cartógrafo y pintor de Diepa; Francois Dubois, un pintor de Amiens; y Theodore de Bry, un grabador de Lieja.

El primero, Le Moyne, viaja a la Florida y queda fascinado por la comunicación que logra entablar con los indígenas a través de la pintura, y los colores. Sin embargo, le tocará ser testigo de las atrocidades más absurdas y las ambiciones más desbocadas.

El libro luego nos transporta a la matanza de San Bartolomé ocurrida en París en 1572, un crimen horrendo producto del fanatismo religioso de la época. Dubois, un hombre que deseaba volcar su vida al arte, termina encontrando el horror cuando pierde a su maestro, su mujer y el hijo que esperaba.

La historia del grabador de Lieja es igualmente fascinante. Habiéndose convertido al protestantismo, de Bry huye de la persecución holandesa para instalarse en Londres. Allí descubre el libro de Bartolomé de las Casas sobre la destrucción de las sociedades americanas en manos de los españoles. La impresión que esto le causa es tal que se dedicará su vida a trabajar en una edición ilustrada del libro de las Casas.

Montoya, profesor de literatura de la Universidad de Antioquia, ganó el Premio Rómulo Gallego en 2015 con esta novela. Un merecido reconocimiento a una obra escrita con intensidad, donde el ensayo y la poesía van de la mano.

El libro puede ser adquirido en librerías o en la casa editorial. (O)

hernanperezloose@gmail.com

  Deja tu comentario