Descenso al infierno

Por Hernán Pérez Loose
07 de Julio de 2013

Charles Walkings, condenado a navegar por las corrientes tropicales del Atlántico que lo llevan al mar de los Sargazos, llega en una rústica balsa a una isla paradisiaca aunque poblada por criaturas antropomórficas. En medio de ese lugar hostil, Walkings encontrará el Cristal de la Luz, y con él se embarcará en un viaje por las profundidades del cosmos.

En su recorrido se topa con seres mitológicos y otros que le son hostiles, y que lo llevarán a enfrentar un extraño juicio en el cual deberá responder acusaciones sobre su pasado. Personas que fueron cruciales en su vida pasada presentarán testimonios sobre y contra él, y se examinará de esta manera su conducta como partisano en Yugoslavia que había sido enterrada en el olvido.

Todo esto acaecía mientras los médicos y los amigos de Charles Walkings, un profesor de Cultura Clásica de la Universidad de Cambridge, trataban de regresarlo a la realidad. Walkings fue encontrado vagabundeando por el Embankment de Londres, cerca del puente de Waterloo. Fue llevado a la comisaría pensando que estaba drogado o borracho.

En su novela Instrucciones para un descenso al infierno (editorial Byblos Narrativa, Barcelona), Doris Lessing narra ambas historias, la de Walkings enfrentando su juicio y la de los médicos tratando de rescatarlo, en forma intermitente.

La novela no debe leerse como una trivialización de las enfermedades mentales, ni de la amnesia o de la psicosis. Entre más el lector avanza en la obra –y las primeras páginas pueden resultar algo lentas de leer– va a encontrar que hay un hilo filosófico. A un punto bien se podría concluir que Walkings no está realmente enfermo, que quizás el problema radica en su vida. La referencia al “infierno” en el título de la novela no se sabe a cuál de ella es aplicable.

Si bien Lessing no nos da una respuesta definitiva a esta situación, su narración explorando ambos universos es extremadamente atractiva y poderosa. Walkings es obligado a escribir sus visiones del mundo que contempla desde su despacho en Cambridge, y desde sus campañas de guerra en los Balcanes. Nuestras experiencias del mundo podrían ser menos dolorosas si solo aprendiésemos a mirarnos a nosotros mismos de forma diferente.

Doris Lessing fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura en el 2007. Sus novelas y cuentos han girado generalmente en torno a personas atrapadas en crisis sociales durante el siglo XX. Una británica, nacida en Irán, Lessing vivió buena parte de su vida en África.

hernanperezloose@gmail.com

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