A propósito de diciembre

Por Clara Medina
18 de Diciembre de 2011

Diciembre es época de regalos, de cenas, de reuniones. Y también de balances, evaluaciones y  propósitos en todos los ámbitos.

Si hubiera que hacer un balance del año literario en el Ecuador, lo que se vería más claramente es el momento de eclosión que vive la literatura para público infantil, escrita por autores nacionales.

También sería notorio el espacio que van ganando las nuevas voces de la narrativa y la poesía. De la selección ‘Los 25 secretos mejor guardados de América Latina’, que propuso recientemente la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, tres de los 25 autores  escogidos  son ecuatorianos: Luis Bravo, Miguel Antonio Chávez y Eduardo Varas. El propósito de este proyecto fue develar su literatura, que deje de ser un secreto y pueda ser disfrutada por los lectores de diversos países. Sería interesante, asimismo, que en el Ecuador empiece a leérselos con mayor fuerza, a ellos y a otros creadores.

En este año Cuenca se potenció como una capital cultural. Dos de las actividades literarias más importantes se realizaron allá: el Encuentro Alfonso Carrasco Vintimilla y el Festival de la Lira. Guayaquil, en cambio, ha dado prueba de que cantidad no necesariamente significa calidad: tiene dos ferias de libro –una en julio y otra en octubre–, pero ninguna logra aún consolidarse.

Lo plausible es que existan. Lo deseable es que vayan encontrando su derrotero y crezcan hasta convertirse en verdaderos referentes. La organizada por Jaime Rull, para las fiestas patronales de la ciudad, contó este año con la presencia del escritor chileno Antonio Skármeta, lo que generó interés entre los lectores. Dio así un paso adelante respecto al año anterior. La de octubre, organizada por el Ministerio de Cultura, estuvo empañada por una desacertada acción: la desinvitación al escritor Fernando Balseca, lo que generó malestar en un sector de la intelectualidad ecuatoriana. Algunos escritores, incluso, declinaron su participación en la cita.

De la Feria de Quito, que se efectuó en noviembre, una destacada presencia fue la de la escritora brasileña Nélida Piñón, Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Pese a ser ella uno de los grandes nombres de  la literatura, su obra es escasamente conocida en el Ecuador. Seguimos siendo un país con pocos lectores. 

Los propósitos del 2012, entonces, deben estar enfocados a trabajar para que la palabra de los autores sea más difundida y llegue a más gente. Para que se conozca a una diversidad de voces y escrituras. Y para que los libros y el pensamiento fluyan libres.

claramedina5@gmail.com

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