La ‘historia de amor’ aterriza en Guayaquil

12 de Julio de 2015
  • Mario Diament dramaturgo.
  • Aníbal Páez será Bolívar
  • Giovanna Andrade, Manuela
  • Frank Bonilla, San Martín
  • Érika Vélez será Rosa
Robert Salazar para La Revista

Esta pieza teatral, que se estrenó en Buenos Aires el año pasado, reúne las figuras de Simón Bolívar, José San Martín, Rosa Campusano y Manuela Sáenz; ahora en la piel de actores locales.

Si bien la historia es una disciplina que estudia y expone acontecimientos que pertenecen al pasado, en el teatro conviene considerarla una herramienta del dramaturgo para presentarle al público nuevas ideas de algún hecho histórico, tal vez exageradas, poco sustentadas o no ficticias, pero posiblemente ocultas. Es como darle un final perfecto a un hecho que mucha veces no ha quedado tan claro.

Algo así como la entrevista que habrían mantenido los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín en Guayaquil, en 1822.

Es un acontecimiento del que hasta hoy no se tienen datos oficiales: ni cartas, ni documentos, ni firmas, nada. Pero el dramaturgo argentino Mario Diament supo aprovechar esta ausencia de pruebas para, a través del teatro, cerrar este capítulo de la historia. Lo hizo con Guayaquil, una historia de amor, obra que se estrenó el año pasado en Buenos Aires bajo la dirección del argentino Manuel Iedvabni.

La novedad es que el 16 de julio, la pieza teatral debutará en el Teatro Sánchez Aguilar con un elenco de actores ecuatorianos dirigidos por el español Santiago Sueiras. Y Mario Diament estará ahí. El autor argentino visitará la ciudad del 14 al 17 de julio.

En un diálogo con La Revista, Diament –quien reside en Miami desde hace poco más de 20 años– explica que durante la escritura de la obra siempre buscó “echar un vistazo más humano” a los protagonistas. “Son personajes a los que uno normalmente se acerca como si fueran de bronce. Particularmente a los argentinos nos han enseñado que San Martín es una figura casi celestial, intocable. A mí me importaba trabajar con este San Martín que no solo era humano, sino que tenía conciencia de su propia derrota al final de su carrera”, señala el dramaturgo.

“Muy poca gente habla de que la vida amorosa de estos próceres era bastante intensa”, apunta Diament. En la obra, Manuela Sáenz tuvo un romance con San Martín antes de conocer a Bolívar. Ciertamente, esta parte no la cuenta la historia. Pero es una libertad que se dio el autor.

“El hecho es que San Martín conoció a Manuela antes que Bolívar, eso sí se sabe, incluso la condecoró. Manuela Sáenz era la íntima amiga de Rosita. Yo lo que he imaginado es que de ese encuentro surgió ese romance de una noche, no hay ninguna evidencia de que haya sido así, ni existe ninguna evidencia de que no haya sido así. Pero ahí nos instalamos los dramaturgos especuladores”, concluye Diament, un autor muy interesado en tomar momentos de la historia para imaginar situaciones diferentes de las que en realidad habrían sucedido.

Teatro y periodismo

Mario Diament, de 73 años y nacido en la ciudad de Buenos Aires, empezó desde muy temprana edad en el mundo del teatro. Asegura que es dramaturgo desde toda su vida, pero a los 25 tomó este oficio con seriedad. A los 28 se estrenó su ópera prima: Crónica de un secuestro.

Su interés por la historia no solo está plasmado en Guayaquil. Un día descubrió, a través de la biografía de Albert Einstein escrita por Walter Isaacson, que hubo un encuentro fortuito entre el físico alemán y el escritor checo Franz Kafka, en Praga. De ahí imaginó las circunstancias de ese acercamiento y los posibles temas abordados. Con esas reflexiones escribió Franz y Einstein, que se estrenó hace un mes en Buenos Aires, bajo la dirección de Daniel Marcove.

“Me pareció interesante que dos personajes tan extremos se conocieran. Einstein, optimista, lleno de energía y pasión. Kafka, pesimista y torturado. Para mí lo histórico es un pretexto para explorar ciertas conductas humanas, emociones, ideas”, dice. Pero inmediatamente asegura: “No me parece una fórmula a la que quiera volver frecuentemente”.

Por eso es que Diament también ha trabajado con elementos verosímiles, sobre los cuales instaló “una medida de ficción o imaginación”. Sus obras juntas suman catorce, entre las que se cuentan Cita a ciegas, Tierra del Fuego, El libro de Ruth, De Israel con amor, Un informe sobre la banalidad del amor y Tango perdido.

Sus obras se han estrenado en tantos países que no recuerda con exactitud cuántos. Solo Cita a ciegas estuvo en casi 20 naciones. Y la mayoría han sido traducidas a varios idiomas, desde inglés y francés hasta sueco y húngaro. Y su trabajo también consiste en estar en los estrenos, así que su pluma le ha permitido conocer un sinnúmero de países, pues además de la dramaturgia, Diament es periodista.

El hombre detrás de la pluma

Mario Diament vivió durante siete años en Medio Oriente cubriendo los conflictos como corresponsal del diario La Opinión y la revista Siete Días, ambos de Argentina. Su vida transcurría entre Israel, Egipto y Líbano. Y en esos viajes conoció a su actual esposa, Simone Zarmati, francesa nacida en Egipto y con quien procreó a dos hijos nacidos en Israel y la menor en Nueva York.

Su compañera de vida es fundamental en su trabajo dramatúrgico. Es quien traduce sus obras, pues él solo escribe en español.

Hace poco más de 20 años fue a establecerse a Miami, donde fue corresponsal y columnista del diario argentino La Nación. Ahora da clases de periodismo en la Universidad Nacional de la Florida, en Miami.

Su vida estuvo, está y –afirma que mientras tenga vida– estará ligada a su oficio como periodista, docente y dramaturgo. Especialmente por este último, que además le ha hecho dueño de varios premios, entre los que consta el Konex de las Letras 2014, en el rubro de teatro. También el Premio de la Crítica, de México.

Diament ya estuvo en Guayaquil, la ciudad. La visitó a fines de los años noventa, como parte de un trabajo de investigación de la Universidad de la Florida. “Me pareció en ese momento una ciudad intensa, calurosa hasta la deshidratación y me llamó la atención que casi no tuviera resabios de su pasado colonial”. Es la perspectiva que tiene de la ciudad. Naturalmente, el autor visitó los lugares vinculados a la famosa entrevista. Y ahora tiene mayores expectativas en encontrarse con un Guayaquil moderno. “Me han dicho que la ciudad ha cambiado, que se ha embellecido”.

Afirma que no tiene obra preferida. Eso sí, dice: “Yo, como los mujeriegos y picaflores, siempre me enamoro de la última. Me gusta muchísimo Guayaquil, no puedo decir que es mi predilecta, pero es una obra que quise hacer por mucho tiempo y verla puesta en escena fue un motivo de enorme gratificación como un proyecto que me costó muchísimo encontrarle la vuelta. Finalmente, lo vi realizado. Y ver que hagan Guayaquil en Guayaquil es como un doble premio”. (I)

Datos de la obra: Las funciones de Guayaquil, una historia de amor se realizarán en la sala principal del Teatro Sánchez Aguilar, en el km 1½ de la vía a Samborondón. Las entradas costarán $ 22, $ 33, $ 45 y $ 55.

  Deja tu comentario