Arte que renace en manos de maestros

25 de Diciembre de 2016
  • Nuestra portada: obra de Óscar Soteno Elías, Árbol con nacimiento, 2005. Metepec, México.
  • Nacimiento, 2010. Isabel Catarrilhas Pires. Évora, Portugal.
  • Escena de nacimiento, 2011 (i). Agustín Cruz Tinoco. San Agustín de las Juntas, México. Iglesia de Ocotlán, 2005 (d). Guillermina Aguilar Alcántara. Ocotlán de Morelos, México.
  • Sagrada familia otavaleña, 2008. Marcia Vásconez. Quito, Ecuador.
  • Palacio de Iturbide tomó su nombre de Agustín de Iturbide, primer jefe del Ejército Trigarante (1821-1822).
  • Nacimiento, 2009, de Florencio Rodenas González (Antigua, Guatemala).
  • Nacimiento en cueva, 2010, de Mamerto Sánchez Cárdenas. (Ayacucho, Perú).
  • Misterio, 2005, de Marco Antonio Miranda Razzo. (Salamanca, Guanajuato, México).
  • Nacimiento, 2012, de María Angélica Guerrero (Guadalajara, México).
  • Portal de Nacimiento, 2005, de Sara Márquez González (San Jerónimo Purenchécuaro, Michoacán, México).

En México D.F., la colorida exposición ‘Nacimientos, arte y tradición popular’ celebra esta escena religiosa a través de la habilidad y la creatividad de varios artesanos.

La última vez que se realizó esta exposición fue en 2008. Hoy, la muestra que se exhibe en el Palacio de Iturbide (localizado en el centro histórico de la ciudad de México), se vuelve a abrir con 3 mil 190 piezas agrupadas en más de 510 nacimientos, realizados por 335 maestros del arte popular, provenientes de diferentes países.

Esta edificación colonial alberga en su interior el Palacio de Cultura Banamex (Banco Nacional de México), quien a través de Fomento Cultural Banamex y a su Programa de Apoyo al Arte Popular, han concretado, con gran acogida, esta iniciativa.

Con motivo de la temporada navideña, la exposición muestra al público una de las tradiciones más antiguas de la cultura cristiana occidental: la creación de nacimientos, la cual se ha conservado hasta nuestros días con un alto nivel de calidad, gracias a la creatividad de los artistas.

La exposición incluye obras elaboradas en diferentes materiales y técnicas, entre las cuales destacan el barro, metales, papel, piel, madera, fibras vegetales, piedra, técnicas textiles y plumaria, entre otras.

Aunque muchos de los artistas han incorporado a sus representaciones elementos característicos de su región, como la flora, fauna, costumbres, oficios y hasta la arquitectura característica de sus localidades.

237 participantes son mexicanos y 98 iberoamericanos, representativos de países como España, Portugal, Guatemala, Colombia, Brasil, Chile, Ecuador, Argentina, República Dominicana, Uruguay, Paraguay, Perú, El Salvador, Costa Rica, Cuba, Honduras, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico y Venezuela. También se incluyen piezas provenientes de Estados Unidos.

Ernesto Torres Cantú, director general de Citibanamex, aseguró que “esta muestra refleja el compromiso por impulsar la inversión en desarrollo cultural, así como promover, preservar y difundir la cultura de México e Iberoamérica”.

Cándida Fernández de Calderón, directora de Fomento Cultural Banamex, A.C. y curadora de la muestra, detalló: “Los nacimientos forman parte de la Colección Fomento Cultural Banamex, A.C., que se ha convertido en el acervo más grande e importante en su tipo”. Agregó que con el tiempo los grandes maestros del arte popular han impreso su imaginación, belleza y humor en los nacimientos e incorporan elementos característicos de sus localidades, como la flora, fauna y arquitectura.

La fecha, según Fernández, coincide con los 45 años de la creación de Fomento Cultural Banamex (FCB) y las dos décadas del programa de apoyo al arte popular. Desde su creación hace 20 años, el Programa de Apoyo al Arte Popular busca preservar las manifestaciones artesanales, promoviendo la formación de talleres y la capacitación de maestros y aprendices. En estas dos décadas ha beneficiado a más de 1.700 artesanos de México y de 21 países de Iberoamérica.

Según explica el sitio web oficial de la exposición, la tradición de los nacimientos se le atribuye históricamente a San Francisco de Asís quien, en el año 1223 hizo una representación del pesebre de Belén.

Desde entonces, esta práctica se propagó por toda la península itálica y el resto del mundo católico, particularmente en la península ibérica. La costumbre se arraigó en España desde el siglo XVI y posteriormente, en la Nueva España y los otros 3 virreinatos de América.

Pesebres en Guayaquil

El Municipio de Guayaquil también lleva a cabo su exposición titulada “El nacimiento de Jesús visto por las etnias del mundo: Los pesebres del Padre Hugo Vásquez y Almazán”.

Son 200 pesebres (de diferentes partes del mundo) que pertenecieron al sacerdote (párroco en la iglesia Nuestra Señora de Altötting en Bellavista) y que su familia donó al museo. Su colección incluye piezas elaboradas en madera, plata, oro, bronce, papel, cacho, nogal, cerámica, resina, pasta, acrílico, madera de naranjo, hoja de choclo, carey, vidrio, mármol, lámina, cáscara de nuez y otros materiales.

La entrada es gratuita hasta el 7 de enero de 2017. De lunes a viernes, de 09:00 a 17:30 y los sábados, hasta las 15:00. (D.L.) (I)

UN GUAYAQUILEÑO DE VISITA

Por: Juan Castro y Velázquez

Quien visite México hasta febrero de 2017 podrá admirar una maravillosa exposición de arte popular en el histórico Palacio de Iturbide, en la concurrida calle Francisco I. Madero, en el Centro Histórico de Ciudad de México, de la colección del Fondo Cultural Banamex.

En el majestuoso patio central se han reunido centenares de nacimientos –o belenes–, realizados en variadas técnicas por notables artesanos de diferentes regiones de la extensa geografía mexicana. Increíbles manos han logrado realizar obras notables en materiales tan diversos como barro, metal, cerámica, hueso tallado, cera, paja, incluso con plumas, para mostrar la íntima escena de la natividad de Jesús, dentro de la tradición occidental, que se remonta al primer nacimiento, creado por san Francisco de Asís, en Greccio, Italia, la noche del 24 de diciembre de 1223. A partir de ahí se difundió esta recreación devota por toda Europa. Se cree que a España llegó en el siglo XV, de donde pasaría a América.

La huella del cristianismo en el Nuevo Mundo puede verse en monumentos arquitectónicos, en la pintura y la escultura, así como en la literatura. Sin embargo, el íntimo goce de la religiosidad parece eclosionar en México en estas maravillosas obras del ingenio popular, que conjugan ancestrales costumbres precolombinas y las tradiciones cristianas.

El esplendor de veinte siglos de cultura en México encuentra en la gracia, la inocencia y las costumbres populares un despliegue notable de variedad y de inigualable calidad en estas pequeñas obras de arte.

Fuente: fomentoculturalbanamex.org, www.guayaquil.gob.ec

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