Prikster para viviendas populares indias

25 de Marzo de 2018

El primer galardonado de India, Balkrishna Doshi, promueve edificios con sentido de comunidad.

Doshi, de 90 años, se ha dedicado a temas como el bien social.

Balkrishna Doshi, arquitecto, planeador urbano y profesor habla de cómo sus edificios tienen como propósito fomentar un sentido de comunidad, de cómo el espacio puede promover la paz interna o de cómo las ciudades pueden contribuir a la salud de una sociedad.

Considerado un pionero de las viviendas de bajo costo, Doshi, de 90 años, acaba de recibir el Premio Prikster 2018, el más grande honor de la arquitectura. Es el primer galardonado de India y trabajó con los grandes maestros arquitectónicos del siglo XX como Le Corbusier y Louis Kahn.

“Es algo maravilloso”, dijo en una entrevista telefónica reciente. Sin embargo, la carrera de setenta años de Doshi siempre se ha tratado de mucho más que el renombre internacional.

Él se ha enfocado al bien social y la sostenibilidad, lamentándose por la cultura y por su profesión. “Todos esperan ganancias financieras todo el tiempo… ese no es el único objetivo de la vida”, comentó. “Creo que hace falta considerar el bienestar”.

El arquitecto ha aportado este tipo de pensamiento filosófico a sus proyectos Vivienda de Bajo Costo Aranya (1989), donde más de 80.000 residentes con ingresos medios y bajos viven en hogares que van de unidades modestas de una sola habitación a casas espaciosas, con patios compartidos.

También diseñó viviendas de ingresos mixtos para una corporación de seguros de vida en Ahmedabad (1973), la cual combina viviendas para familias con distintos ingresos en tres niveles de un bloque piramidal unidos a través de una escalera común.

“La vivienda como refugio solo es uno de los aspectos de esos proyectos”, mencionó el jurado Prikster en su condecoración. “Toda la planeación de comunidad, la escala, la creación de espacios públicos, semipúblicos y privados son un manifiesto de su entendimiento de cómo funcionan las ciudades y la importancia del diseño urbano”.

El énfasis de Doshi en los espacios comunitarios se refleja en su estudio y espacio laboral, Sangath (“moviéndonos juntos”), el cual incluye un jardín y un anfiteatro exterior: espacios diseñados para fomentar el intercambio de ideas. Su obra es muy evocativa de la historia y la cultura indias, y se inspira en la grandeza de los santuarios y los templos, el bullicio de las calles urbanas y los materiales locales como los que había en el taller de muebles de su abuelo.

No se dispone a diseñar una estructura icónica. En cambio, Doshi aborda sus proyectos con el objetivo de alimentar sociedades miniatura que los residentes pueden expandir y animar con el tiempo. NYT

Un ser vivo

“La arquitectura no es un edificio estático, sino un ser vivo”, añadió Doshi en entrevista telefónica. “¿Cómo agregamos cafeterías, restaurantes, librerías para que pueda usarse el edificio? ¿Podemos darle vida a lo que creamos?”.
 

Utilidad para la sociedad

“¿Cuál es el papel de la arquitectura actualmente?”, preguntó Doshi. “¿Seremos proveedores de servicios para un solo cliente o vamos a ser útiles para la sociedad en general?”. Su principio filosófico es el bienestar común.
 

 

  Deja tu comentario