Los social bots

06 de Noviembre de 2016

Antes, las empresas compraban comentarios de “me gusta” y seguidores, ahora, en la campaña electoral, se utilizan falsos perfiles: según descubrieron hace poco investigadores estadounidenses, Donald Trump y Hillary Clinton obtuvieron en Facebook y Twitter grandes apoyos que en realidad eran de programas ocultos que intentaban influir masivamente en la opinión pública.

Se trata de herramientas conocidas como social bots, con las que se pueden extender en las redes sociales de forma masiva ciertos mensajes.

“Los bots se usan fundamentalmente para reforzar tendencias”, explica el experto en política e informática Simon Hegelich, de la Escuela Superior de Política de Múnich (HfP). El objetivo es hacer más populares los tuits o páginas de Facebook de los candidatos. Hay que tener cuidado, sin embargo, de calificar esto como una manipulación, aclara.

Por el contrario, el comunicólogo André Haller, de la Universidad de Bamberg, opina que sí que es una forma de engaño de la opinión pública. Los ejércitos de bots son especialmente problemáticos cuando convierten falsamente en una tendencia un tema mediante muchos mensajes automatizados.

“El usuario puede obtener la impresión de que un tema es de enorme importancia y políticamente más importante que otros aspectos de otros temas”, señala.

Los bots son estratégicamente útiles en temas muy emocionales o morales. Por ejemplo, durante el primer debate televisivo entre Clinton y Trump. Según un estudio de la Universidad de Oxford, los bots colocaron un importante porcentaje de los mensajes de apoyo a los candidatos en Twitter.

En el caso de Trump, uno de cada tres tuits era fabricado, en el de Clinton uno de cada cuatro. A ello se suma que un tercio de los seguidores de ambos candidatos no es una persona real, sino un robot, señala Haller.

A nivel legal por el momento no hay nada que hacer frente a estos bots, sino que su uso es sobre todo una cuestión ética. En otros países distintos a Estados Unidos, como Alemania, la sospecha de manipulación está tan mal vista que los partidos son mucho más cautos.

En Estados Unidos juega un papel importante el hecho de que el discurso político es bastante crudo y el sistema electoral de mayoría produce “una mayor polarización y personalización” de la política. Las opiniones tienen que ser formuladas de forma clara y directa, algo en lo que los bots pueden ayudar, subraya Haller.

En tanto que los partidos europeos tradicionales consideran en su mayoría tabú a los bots, son una herramienta muy usada por las formaciones más jóvenes.

Es casi imposible saber, sin embargo, quién está detrás de los bots que crean opinión en la red, donde trabajan como soldados sin uniforme. Y esto es más que una metáfora: en Ucrania hay 15.000 cuentas que envían a diario 60.000 tuits de propaganda para los ultranacionalistas, señala Hegelich.

Con todo, añade, los bots son agresivos, ruidosos y pueden cambiar el ámbito del debate, pero su efecto real sobre la sociedad aún no ha sido estudiado.

Este 8 de noviembre se realizarán las elecciones en Estados Unidos y las opiniones en red estarán a reventar.

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