Rally Dakar 2013

23 de Diciembre de 2012
Moisés Pinchevsky

El desierto peruano será uno de los escenarios de la carrera más aventurera del mundo, que del 5 al 20 de enero también llegará a Argentina y Chile. Vivimos la experiencia de recorrer un tramo de este paseo que puede ser tan emocionante como mortal.

Una duna puede convertirse en una trampa capaz de sepultar los sueños del cualquiera. Aprisionarse en ella puede resultar desesperante, deprimente, angustioso, estresante… sentimientos que resultan más consumidores por aquel sol que nos contagia de una fiebre emocional muy apropiada para alucinar con un feliz escape.

El Rally Dakar, que se corre desde el 2009 en Sudamérica, deja la puerta abierta para que cualquier competidor viva momentos así. Por eso no fue extraño que durante un recorrido de reconocimiento por el desierto de Ica, en el sur de Lima, hayamos sentido la angustia de que la arena nos atrapara por las piernas (o, mejor, por las llantas) para retrasar nuestro avance por aproximadamente una hora, hasta que la segunda camioneta del equipo peruano Alta Ruta 4x4, con quienes hicimos la exploración, lograra brindarnos un halón brusco que nos regalara la libertad.

Domar el desierto

Tomás Hiraoka, director del equipo Alta Ruta 4x4 y quien maneja nuestro vehículo, suena emocionado al comentar que en enero próximo correrá su segundo rally Dakar junto con sus socios, Jesús López y Francisco León, con quienes tiene en Lima una compañía de capacitación sobre el manejo de vehículos 4x4.

Hiraoka es el navegante del grupo, habilidad sabuesa que demuestra al manejar por el desierto detectando las posibles rutas en medio de un océano amarillo brillante repleto de planicies, montañas y pozos de arena y más arena, conformando un paisaje inhóspito y alucinante que se repite hacia el infinito durante las cuatro horas que dura el paseo.

Para un debutante en esta actividad resulta imposible no sentirse extraviado en cuerpo y espíritu, como si en cualquier momento la arena caliente pudiera abrirse para enviarnos hasta el infierno. ¡Así es la rudeza del Dakar!

La excursión comenzó en el oasis de Huacachina, pequeño poblado que descubrió su vocación turística hace una década, cuando comenzó a brindarles servicios a los viajeros que llegaban atraídos por estos escenarios.

Hoy, esos mismos turistas no se conforman con sumergirse en sus colores con la mirada, sino que se apropian de ellos a través de tours en vehículos 4x4 (tipo buggies) y, los más hábiles, al tomar cursos para aprender a esquiar en esas pendientes de arena.

Los visitantes han encontrado esas vías para domar el desierto.

Los participantes del rally Dakar lo hacen de otra manera. Para ello emplean equipamiento tecnológico y documentación que les brindan ciertas directrices por dónde deben conducir, mayormente entre paisajes desérticos y otras superficies complicadas, ya que las carreteras las emplean solo como enlace entre los territorios.

Pero tales direccionamientos solo complementan la capacidad de los conductores, quienes además deben poseer fuerza física para soportar quince días de competencia y rudeza emocional para no desesperarse entre todos los obstáculos que atravesarán en los 9.000 kilómetros por recorrerse, partiendo desde Lima y concluyendo en Santiago de Chile.

Para ello, Alta Ruta 4x4 usará una camioneta que cuesta $ 35 mil, cifra que llega a los $ 90 mil contando con los equipos que les instalan para la competencia, pero que resulta un grano de arena comparado con los 20 millones de dólares que pueden invertir los equipos de los millonarios europeos o los jeques árabes aficionados a esta carrera.

El dinero corre con motor 4x4 en el Rally Dakar, que tiene categorías para camiones (76 vehículos inscritos para esta edición), cuadrones (40), motos (196) y carros (162), cuyos conductores seguramente se darán un tiempo para dar una mirada estética a los paisajes que atravesarán en cada país, como Pisco, Nazca, Arequipa y Arica, en Perú, nación que considera el rally como una oportunidad para promocionarse turísticamente.

El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) estima que el Rally Dakar generará el Perú un beneficio directo e indirecto de $ 276 millones, sin contar el impacto que implica la proyección de la imagen-país en 190 naciones.

Más de 2.500 personas, entre participantes, competidores, prensa, organizadores y visitantes, llegarán a Perú días antes del inicio de la competencia, en la cual para muchos no importará tanto quién arribará primero.

“Llegar ya es ganar, porque muchos equipos no terminan la competencia”, dice Hiraoka mientras conduce su vehículo por el desierto de Ica, sobre las huellas que aún permanecen del rally anterior.

Son huellas que invitan a continuar una aventura que termina siendo feliz, a pesar de las trampas que aparecen llenando de veneno el camino.

Rally Dakar 2013

La 34ª edición de la carrera del rally más exigente del mundo se disputará entre el 5 y el 20 de enero, y por quinta vez en América del Sur, tras la cancelación de la edición del 2008 en África por amenazas terroristas. La empresa francesa ASO (Amaury Sport Organisation) organiza el Dakar, que por segunda vez llegará a Perú.

 

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