Gran chapuzón en Balsapamba

Agradable clima subtropical, colorido paisaje montañoso, rica gastronomía popular, conveniente ubicación geográfica. Pero el mayor atractivo de Balsapamba (provincia de Bolívar) y los alrededores reposa en sus complejos de piscinas.

Saliendo desde Guayaquil, el viaje por carretera hacia Balsapamba dura dos horas a partir del puente de la Unidad Nacional, pasando por centros poblados como Durán, Yaguachi, Tres Postes, Jujan y Babahoyo.

Sin embargo, los últimos doce kilómetros, que separan a Montalvo (Los Ríos) y Balsapamba (Bolívar), tienen la particularidad de estar salpicados por varios complejos de piscinas, como Pisagua, El Refugio y La Cascada Milagrosa.

Por años, esos lugares han atraído a legiones de turistas nacionales para darse remojones en este destino de clima subtropical y rodeado de montañas que anuncian la transición entre la Costa y los Andes.

Balsapamba es así el gran balneario del centro-sur del país, por ello la Prefectura local construyó hace seis años un complejo para ese creciente turismo del chapuzón: el Parque Acuático Josefina Barba.

Al entrar allí se escucha un agradable griterío infantil. “Ola, ola, ola, ola, ola”. Son los niños emocionados por la activación del sistema mecánico que produce olas en la mayor piscina del complejo.

El remojón se vuelve más intenso entre los espumosos pliegues de esa marea artificial, los cuales se agitan a pocos metros de una piscina con toboganes, otra con juegos infantiles y una cuarta con chorros.

Todo baño provoca hambre, por ello Balsapamba también despunta por sus maduros con queso, tortillas de maíz, fritadas, secos de gallina, chigüiles (parecidos a los tamales) y el vino de naranja.

Así, el ingreso al parque está precedido por una “calle de honor” con una docena de comedores que brindan esos alimentos, e incluso otros que se han introducido, como la melcocha y el dulce de guayaba. Estos últimos los ofrece Jaime Quilumba, quien llegó hace diez años desde Baños de Agua Santa (Tungurahua) y se quedó.

“Queremos que el Ministerio de Turismo nos brinde cursos para mejorar la atención”, comenta. Pero esas palabras no apuntan a la oferta de comida, sino porque Quilumba y otros pobladores brindan paseos de naturaleza en camioneta hacia las cascadas de Angas y de la Mariposa Azul, que rugen dentro de la montaña en ese tour de una hora y media ($ 2 por persona), incluido el chapuzón en la caída de agua.

“Solemos llevar a nuestros huéspedes para que conozcan las cascadas”, comenta Ana María Galarza, dueña de la hostería Getsemaní, que desde hace cinco años posee tres cabañas y doce habitaciones para atender a un máximo de cien visitantes ($ 10 por persona). “Mayormente recibimos grupos cristianos para retiros religiosos, porque los turistas aún no tienen la cultura de pernoctar en Balsapamba. Llegan en la mañana y se van en la tarde”, comenta. Pero se van contentos de un día que los hizo alegrar. (M.P.)

Informes: A las cascadas 099-117-4342, 098-948-1051. Getsemaní 098-525-4363. Parque Acuático, 098-255-6048, abierto de miércoles a domingo, de 08:00 a 17:00; ingreso: $ 3 adultos, $ 1,5 niños, personas con discapacidad y tercera edad. Gratis para niños de 0 a 5 años de edad.