Fuera de los canales de Venice

10 de Junio de 2018
  • Todos necesitan un ‘toque’ de Venice Beach, sugiere uno de sus grandes murales.
  • El estilo relajado se impone en esta localidad nacida en 1905, desarrollada por el excéntrico millonario Abad Kinney, quien modeló la urbe como su ciudad italiana favorita.
  • Los murales y el arte urbano son parte del paisaje de esta ciudad costera.
  • Acrobacias en uno de sus parques.
  • Los murales y el arte urbano son parte del paisaje de esta ciudad costera.
Mauricio Torres, desde Los Ángeles

Si alguna vez le toca una escala larga en Los Ángeles (EE. UU.), atrévase a escaparse del aeropuerto un ratito para conocer un poco de esta ciudad costera.

Con una escala larga por Los Ángeles, lo mejor que pude hacer fue salir a conocer algo de esa ciudad que me tocó de espera y así improvisar un recorrido fuera de agenda. Quizás el nombre no les suene, pero lo más probable es que sí lo reconozcan. El distrito de Venice Beach ha sido escenario de varias películas memorables (Un día de furia, American History X) y series como Californication.

También es icónica por los personajes que han escrito sus leyendas en esta localidad: Basquiat, Bukowski, Tom Waits. Aquí se formaron The Doors.

Sus encantos a primera vista son sus playas y sus canales, tal como los de Venecia (de allí adoptó el nombre). Planifique una fecha apropiada para conocerlos, porque si los agarra un aguacero de ‘invierno guayaco’ será imposible admirarlos (como me tocó a mí, ya que eran los últimos días de invierno).

Lo que atrapa a los viajeros es un espacio público que ha sido reclamado para el arte y el deporte, con canchas de básquet, máquinas para ejercicios y pista de patinaje. Es un sector donde el peatón manda. Por eso, Venice es un rincón lleno de excentricidades, algo así como Montañita. Pero con servicios básicos sin colapsar o con un planeamiento urbano más atractivo.

Es una buena opción para disfrutar de la playa sin salir de la ciudad o tener que ir a lugares más exclusivos estando en Los Ángeles. Un paseo ya de por sí corto, pero que vale la pena repetir en clima veranero.

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