El ‘canto’ de Jocotoco

06 de Octubre de 2013
  • El Jocotoco Antpitta suele permanecer en tierra. Reserva Tapichalaca.
  • Matorralero Cabecipálido, en Yunguilla.
  • La reserva Río Ayampe funciona en coordinación con la comuna Las Tunas.

La Fundación Jocotoco, con sede en Quito, cumple su labor ecológica protegiendo aves en diez reservas naturales.

El pasado 25 de junio, un individuo juvenil macho de cóndor fue encontrado y rescatado por un campesino de nombre Felipe Farinango de la comunidad de Selva Alegre, cantón Quijos, provincia de Napo. El cóndor, de menos de año y medio de nacido, se encontraba desnutrido y no podía volar.

El 23 de julio, a las 11:00, luego de casi un mes de encontrarse en cautiverio por las autoridades y conservacionistas, la majestuosa ave fue liberada exitosamente en el Santuario del Cóndor de la reserva Antisanilla, propiedad de la Fundación Jocotoco, gracias al trabajo emprendido por el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino, organismo liderado por el Ministerio del Ambiente, al cual pertenece Jocotoco.

Ese es el tipo de logros que enorgullecen a esta organización nacida en 1998 con el propósito de proteger en Ecuador el hábitat de especies de pájaros amenazados a nivel mundial; además, promueve la restauración del hábitat degradado a través de la reforestación con árboles nativos.

La Fundación Jocotoco posee diez reservas naturales para tal fin, las cuales están a disposición del turismo para difundir la importancia de la vida silvestre. Seis de ellas son:

Río Ayampe (Manabí)

 Es el hogar del Esmeraldas Woodstar, conocido localmente como Estrellita, una de las especies de colibrí más pequeñas en el país. La zona de este río del sur de Manabí es reconocido como un recinto natural de aves. La reserva, de 100 hectáreas, funciona desde hace dos años gracias a un acuerdo con la comunidad de Las Tunas, famosa por sus playas. Precisamente aquí se cumplió el 20 de junio, a las 07:44, el único avistamiento de un individuo del flamenco chileno.

Tapichalaca (Zamora Chinchipe)

 Es la primera reserva de Jocotoco, establecida en 1998 en la cordillera de Sabanilla. Posee un hotel llamado Casa Simpson, situado entre los pueblos de Yangana y Valladolid, un lugar muy pintoresco, a una altitud de 2.500 metros con vista al cerro Tapichalaca, en las laderas orientales de los Andes. Con 2.996 hectáreas, por aquí revolotea el Jocotoco Antpitta (Grallaria ridgelyi), ave cuyo nombre, derivado de su canto, bautiza a la fundación.

Buenaventura (El Oro). Sus 1.863 hectáreas están ubicadas en la parte alta de la provincia de El Oro, cerca de la ciudad de Piñas, en donde los reyes del entorno son los colibríes, que deambulan en bandadas en los alrededores de los bebederos instalados para atraerlas muy cerca de los visitantes. La reserva de Buenaventura es el hogar de más de 320 especies de aves. Doce de estas se encuentran en peligro global y treinta son especies endémicas.

Yunguilla (Azuay)

Esta reserva de tan solo 153 hectáreas alberga al endémico ecuatoriano Matorralero Cabecipálido, el cual está críticamente amenazado. El matorralero es una de las aves más raras del mundo, con una población que no supera los 240 individuos. Cuando el Dr. Neils Krabbe lo redescubrió, la población de esta especie se había reducido a tan solo 12 parejas. Gracias a la oportuna acción de la Fundación Jocotoco, esta especie fue rescatada de la casi extinción. El valle de Yunguilla es muy frecuentado por los cuencanos durante los fines de semana y vacaciones. La reserva se encuentra a una altura comprendida entre los 1.650 y 2.000 msnm, cerca del pequeño poblado de Yunguilla.

Yanacocha (Pichincha)

Está ubicada a 3.200 msnm, al noroccidente de Quito, con 1.075 hectáreas que en buena parte acogen árboles de polylepis (árbol de papel). Estas tierras altas son el hábitat para espectaculares colibríes como el Alazafiro Grande (Pterophane scyanopterus), el Pico Espada (Ensifera ensifera) y el endémico Zamarrito Pechinegro (Eriocnemis nigrivestis), que además se encuentra en estado crítico de desaparecer.

Antisanilla (Pichincha)

Es la más reciente adquisición de Jocotoco, la cual funciona como un estratégico mirador de cóndores para los turistas que llegan a la cercana reserva Antisana. Su escenario montañoso es también hábitat de bandurrias y otras aves. Con 5.142 hectáreas, el sector está próximo al poblado de Píntag, al sur de Quito, cerca del Valle de los Chillos. (M.P.)

 

Contacto: Fundación Jocotoco, (02) 250-5212, 250-5841, www.fjocotoco.org. Tours: (02) 250-5129, (09) 9244-0038, jocotoursecuador. com. Otras reservas de esta organización: Canandé (2.055 hectáreas, Esmeraldas), Jorupe (1.446 ha), Utuana (56 ha, ambas en Loja), Narupa (693 ha, Napo). Fuente de apoyo: www.birdsinecuador.com

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