San Miguel de Allende: El rincón especial de Cantinflas

26 de Octubre de 2014
  • Vista hacia la ciudad desde el balcón del dormitorio de las suites o bungalows.
  • La habitación de la suite 25 que perteneció a Mario Moreno y su esposa se mantiene con la decoración y los muebles originales.
  • Un detalle del mural que se encuentra en la recepción del hostal integra a Cantinflas y a sus amigos famosos. La obra es considerada patrimonio cultural.
  • La fachada del hostal La Ermita es una característica del lugar. Esta se encuentra en la estrecha vía empedrada que conduce al centro de la ciudad, en la zona más alta.
  • Los pasillos del mercado, al final de una jornada de trabajo.
  • Vista de la plaza y la Parroquia San Miguel Arcangel.
  • Cafes y churrerias caracteristicos del lugar.
  • En septiembre, por las fiestas de independencia, los locales son decorados con banderas y piñatas.
Texto y fotos: Connie Hunter

San Miguel de Allende es la ciudad donde el famoso actor mexicano Mario Moreno filmó una película en 1963 y dejó una huella que perdura hasta hoy.

Cuentan que fue el torero Pepe Ortiz quien invitó a Mario Moreno a conocer San Miguel de Allende. Dicen que al pararse en el mirador de este poblado del estado de Guanajuato, en el centro de México, y ver desde allí todo el lugar, el actor quedó fascinado.

Allí filmó la comedia El padrecito (1963) y, a decir de los pobladores que aún lo recuerdan con afecto, adoptó a esta ciudad como su hogar. Gracias a la edificación que construyó Cantinflas en el mirador, aún es posible contemplar el paisaje que lo enamoró.

Inicialmente, la casa fue un regalo para su mamá. Más tarde construyó su oficina y 24 suites para hospedar a sus amigos, así como una confortable sala de cine.

En la parte trasera hizo la suite número 25 mucho más amplia, ya que allí llegaba él con su familia. Actualmente esta obra es un acogedor hostal para turistas. Pero la suite número 25 está en venta.

La riqueza arquitectónica de San Miguel de Allende fue lo que la salvó de volverse un pueblo fantasma en la segunda década del sigo XX. A pesar de haber sido el primer municipio declarado independiente del gobierno español, con los años se había quedado en el olvido. Fueron los artistas extranjeros quienes se sintieron atraídos por las estructuras coloniales que se habían construido desde el año 1570 hasta finales del siglo XVIII. Empezaron a conformar ahí, a 274 km de México D. F., escuelas de arte e institutos culturales, como el Instituto Allende y la Escuela de Bellas Artes.

Actualmente la población llega a 140.000 habitantes y recibe a turistas, jubilados extranjeros, artistas y escritores que buscan un lugar tranquilo. La cercanía a otras ciudades y las facilidades de servicios la han vuelto un destino interesante. Lo más importante es que, a pesar del tiempo y las visitas, San Miguel de Allende mantiene ese encanto que los más sensibles lograron percibir.

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