Las tortugas gigantes: Especies descubiertas
“Desde hace aproximadamente cuarenta años ya se crían en cautiverio tortuguitas de Española, con más de mil quinientas repatriadas”.
Meses atrás se confirmó que en la isla Santa Cruz existen dos especies únicas de tortugas gigantes. Desde siempre se reconocieron las diferencias morfológicas y de hábitat entre ambas poblaciones, pero ahora se lo corrobora con estudios genéticos. Entonces, el número de variedades de tortugas gigantes ha aumentado a once, con las Chelonoidis del oeste y la del este de Santa Cruz.
Parece increíble que se sigan descubriendo especies, solo me temo que, seguramente al mismo ritmo, continúan desapareciendo otras, de las que tal vez nunca conoceremos lo suficiente.
Un ejemplo es la tortuga de Santa Fe que se extinguió hace 150 años. Sabemos de su existencia por los reportes de dos barcos balleneros que en los 1800 colectaron 22 individuos. En 1905-1906 la expedición de la Academia de Ciencias de California recolectó restos de tortugas, incluso huevos y heces. Finalmente se ha confirmado, a través de datos todavía no publicados de la Universidad de Yale, que la tortuga de Santa Fe era un tipo único a la isla, bastante parecido a las tortugas de Española. Lo sabemos por análisis del ADN de huesos de la colección de esa Academia.
Pero la historia de Santa Fe se torna más interesante: además de su especie ahora extinta, se conoce la presencia de un adulto de tortuga tipo domo, que de vez en cuando deja su rastro por los senderos. Este es el único sobreviviente de un grupo de tortugas introducido a la isla en 1964 por Snow. Y para completar el menjurje, a partir del 27 de junio del presente año, Santa Fe cuenta con una nueva población de 201 tortuguitas criadas en Santa Cruz, pero de la especie de Española.
Porque para conservar la integridad ecológica de la isla se eligió repoblarla con una especie similar a la extinta, la especie de Española. Desde hace aproximadamente cuarenta años ya se crían en cautiverio tortuguitas de Española, con más de mil quinientas repatriadas. Es una población estable que se reproduce in situ, es decir que por el momento no requiere de más repatriaciones. Los bebés del tipo de Española que nazcan en el centro de crianza por los siguientes diez años serán liberados en Santa Fe, su nuevo hogar, una isla a la que deberán restituir su equilibrio ecológico.
Las iguanas terrestres de Santa Fe no bastan como único herbívoro, por eso se le devuelve tortugas tipo montura y cuello largo, capaces de dispersar las semillas del Opuntia gigante, también único a la isla. Wacho Tapia, uno de los gestores del programa de restauración ecológica de Santa Fe recuerda: “Un viaje de miles de kilómetros empieza con el primer paso”. Así el Servicio Parque Nacional Galápagos, con el apoyo de Galapagos Conservancy promueve un nuevo proyecto de conservación. Lento pero seguro se recuperan los ecosistemas y además se aumentan los números de individuos del más famoso habitante del archipiélago, la tortuga gigante.
Ahora estamos al pendiente de lo que suceda a fines de 2015, con la captura de varios híbridos de tortuga del volcán Wolf, en la siguiente expedición del Parque Nacional Galápagos a la isla Isabela. Las tortugas gigantes siempre nos darán de que hablar. (O)