Fotógrafo del mundo: Ilustre visitante

Por Paula Tagle
19 de Agosto de 2018

“Sandesh visitó Galápagos para impartir un seminario de fotografía y video... Ha escrito varios libros y ganado premios internacionales”.

Conocer a Sandesh Kadur es atisbar en los misterios y enigmas de aquel país que desde niña alimenta mi imaginación, India. Sandesh visitó Galápagos para impartir un seminario de fotografía y video. Filma para la BBC, Discovery y National Geographic, ha escrito varios libros y ganado premios internacionales, sin embargo, guarda la humildad y sencillez de todo gran hombre.

Sandesh percibe cuando sus discípulos tienen dudas sobre fotografía, se acerca espontáneamente y, así se trate de la consulta más simple, él ofrece una solución práctica con genuina calidez, sentido del humor y siempre una sonrisa. Su carrera se podría describir de múltiples maneras, pero yo prefiero la forma en que él lo hace: Sandesh es un contador de historias.

No importa si a través de fotos o en un filme de alta definición, o del modo antiguo, hablando en un gran círculo de gentes, Sandesh sabe ordenar la secuencia de eventos. Lo completa con un mensaje final, dedicado a la conservación, a hacernos mejores y responsables con el planeta.

De niño leía cuentos de cazadores y aventureros, autores como Kenneth Anderson o Jim Corbet. Un día de luna llena, a los 14 años, decidió ir en busca de los animales de sus tierras vírgenes. Trepado en un árbol escuchó el “sonido de aserrar” del leopardo, tal como lo habían descrito sus libros, y de pronto se conectó con su propia realidad, con la vida silvestre de la India.

Los padres lo enviaron desde su ciudad natal, Bangalore, hasta Brownsville, Texas, a estudiar la universidad. Sandesh cuenta que lo mejor de Brownsville fue estar cerca de México. En sus vacaciones trabajaba en Rancho del Cielo, un bosque nublado donde conoció a John Bax, productor belga, con quien aprendió nociones de fotografía.

Patrocinado por la universidad donde estudiaba, volvió a la India a documentar la historia natural de los Ghats Occidentales, en un proyecto que originalmente duraría tres meses y se extendió a tres años. Sandesh lo plasmó en un libro, con fotos espectaculares de las criaturas más espléndidas, desde panteras negras (y no puedo evitar recordar a Bagheera) hasta sapos que viven 52 semanas bajo tierra y solo salen a la superficie para reproducirse. Su obra llega a manos del primer ministro de la India, quien le pregunta: “¿Qué podemos hacer para preservar tal tesoro?”. Este fue otro punto de quiebre en la vida de Sandesh: percatarse del poder de las imágenes, capaces de convencer a tomadores de decisiones. La BBC lo contrató para filmar el documental sobre la misma región, Los Sahyadri, montañas del monzón, un patrimonio desvaneciente, y eventualmente la Unesco las declaró Patrimonio Natural de la Humanidad. ¡Por el poder de las imágenes!

Una vez que Sandesh fue descubierto por la BBC ya no hubo paso atrás. Siguió produciendo documentales, explorando y habitando lugares, como los Himalayas, exaltando la belleza de los rincones del mundo, y sobre todo de su tierra de elefantes, y monos, y cobras. Cuando nos muestra el Himno Nacional de la India editado con sus fotos y videos de la naturaleza y la gente de su país milenario, el corazón se me estruja. Sandesh se pone de pie al escuchar su himno, y lo emulo, por respeto a él, a la India y a la impecable belleza de las imágenes. Sandesh sabe plasmar un sentimiento. Al final del himno, ruge el tigre de la India. Sandesh sonríe con candidez y orgullo; yo no puedo contener las lágrimas. (O)

nalutagle@yahoo.com

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