‘En cada encuentro procuraba ayudarla’

08 de Abril de 2012

No sé si sirva de algo contar cómo ayudé a una pareja de amigos a estar junta. Tengo 48 años y reconozco que no he sido una ‘joyita’ porque, lamentablemente, me engañé a mí mismo y a mi esposa. No saben lo culpable que me sentía cada vez que ella me decía que me amaba y yo la traicionaba con otras mujeres. Bueno, esto cambió porque decidí que así se vive mejor, siendo honesto con uno mismo, además se puede dormir tranquilo.

Me decidí gracias a la columna El Especialista al leer casos de problemas de infidelidad. Noté el sufrimiento de las mujeres que son traicionadas y como tengo hijas pensé que no me gustaría que se toparan en la vida con alguien como yo. Antes pensaba que estando con otras mujeres era el superhombre, pero resultó ser lo contrario. Un día llegó a mi vida la esposa de un amigo. Ella estaba asustada, decepcionada y sufría mucho porque descubrió que él tenía una amante. Comencé a darle mi tiempo hasta que me vi involucrado sentimentalmente con ella, pues tuvimos intimidad.

Me sentía miserable, cada vez que estaba con ella pensaba en mi amigo. Así que decidí que en cada encuentro con ella procuraría ayudarla a que se volviera a enamorar de su esposo y retomara su vida con él. Le enseñé a ser fuerte, a salir adelante y a perdonar. Sobre todo decidimos dejar en el pasado lo que ambos vivimos y quedamos simplemente como amigos.

Gonzalo,
Machala

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