Traumas de rodilla

13 de Enero de 2013
Sheyla Mosquera de Calderón

No siempre las lesiones en las rodillas se producen por un golpe. Hay formas novedosas de tratamiento.

Si sufre de dolor intenso en las rodillas, se le hinchan y, en ocasiones, se llenan de líquido o sangre, e incluso tiene dificultad para extenderlas o flexionarlas, que le impide caminar, es porque padece de algún traumatismo.

Según el traumatólogo Ángel Auad Saab, lo más común en nuestro medio son las lesiones meniscales, que muchas veces son indirectas, es decir, no necesariamente hay que recibir un golpe en la rodilla para afectarse.

Los jugadores de fin de semana, por ejemplo, que no calientan previamente y utilizan un zapato inadecuado (sin burbuja de aire), son en quienes se ve mayor grado de daño, ya sea de meniscos o ligamentos. “Este calzado genera mayor impacto en las rodillas en las personas que realizan trote o corren diariamente. También se afectan al jugar con pupos en canchas sintéticas”.

Tampoco, dice Auad, existe una edad establecida para que ocurra algún trauma en las rodillas, ya que se lo puede observar en niños que tienen diariamente intensas actividades deportivas de impacto como fútbol, básquet, tenis, entre otros, y hasta en las personas de edad avanzada. Aparte de experimentar lesiones meniscales o de ligamentos, esto está asociado a un desgaste o proceso degenerativo de los cartílagos, lo cual genera artrosis.

Meniscos y ligamentos

Para el traumatólogo Carlos Chiriboga Accini, los meniscos son estructuras cartilaginosas en forma de media luna, ubicados a cada lado de la rodilla con importantes funciones para la articulación. Actúan como amortiguadores de cargas entre el fémur y la tibia y contribuyen al normal desplazamiento de todos los movimientos de la rodilla.

“Cuando se producen lesiones deportivas o por otros accidentes en la rodilla, pueden presentarse roturas o desgarros de los meniscos, especialmente en pacientes jóvenes. Debe hacerse todo lo posible para preservar el tejido del menisco cuando se producen estos traumatismo, y solo cuando la reparación no es posible, está indicada la resección parcial (solo la zona lesionada) de los meniscos”.

Los ligamentos de la rodilla son cuatro: dos cruzados, anterior y posterior, y dos colaterales, externo e interno. Todos son estructuras que dan estabilidad de la articulación. Las lesiones de estos comprometen de manera importante la función articular. Incluso, las roturas completas en pacientes jóvenes pueden requerir cirugía. Otro grupo de pacientes de mayor edad puede ser manejado con tratamientos ortopédicos”.

Antes de tratar

Auad asegura que lo más importante en el diagnóstico de un trauma de rodilla es la clínica, la valoración médica de un especialista que con realizar las maniobras correspondientes puede determinar si se trata de una lesión meniscal o una rotura de ligamentos, además si existe líquido o no y la limitación funcional que se presenta.

El estudio de rayos X también es necesario para descartar fracturas en la articulación sea a nivel de fémur, tibia o patela. Incluso, la resonancia magnética nuclear (RMN) es muy precisa para valorar los meniscos, ligamentos, cartílago, líquido sinovial y tendones.

Una vez hecho el diagnóstico y con la comprobación de la resonancia magnética, dice Auad, se puede tomar decisiones como realizar una punción, si amerita el caso para extraer líquido.

Asimismo, si existe una estructura sea meniscal o rotura de ligamento se procede a realizar un procedimiento miniinvasivo denominado artroscopia, en el cual se introduce una cámara para valorar la lesión y con la ayuda de instrumentos y equipos especiales para esto se procede a reparar los meniscos. “La tendencia actual es conservar lo más que se pueda para evitar daños en el cartílago. Existen suturas y dispositivos muy pequeños que permiten remodelar y reparar los meniscos”.

Si uno de los ligamentos está desgarrado o roto, se realiza una plastia, es decir, se lo cambia con injerto que se extrae del mismo paciente o con un injerto cadavérico, que actualmente se utiliza con mayor frecuencia. Este último puede ser congelado o liofilizado.

Los injertos cadavéricos son importados directamente de los Estados Unidos con los permisos que solicita la entidad reguladora de trasplantes y tejidos. “Se registra el nombre de cada paciente a los que se les ha implantado este aloinjerto. Incluso, se deben mantener todas las medidas de seguridad para evitar la contaminación de estos e infecciones”.

Este injerto, asegura Auad, se lo fija con un sistema que se expande en el hueso lo cual permite una pronta recuperación, es decir, en las primeras 24 horas el paciente intervenido está realizando movimientos de flexión y extensión y puede levantarse a caminar inmediatamente sin tener que utilizar muletas o un brace articulado de rodilla.

 

Calmar el dolor

Según Carlos Chiriboga, cuando hay dolor de rodillas lo primero que se debe hacer es identificar la causa principal. Luego se pueden aplicar distintas terapias. Una es la neural (infiltraciones con procaína), que es altamente efectiva para trabajar en los dolores articulares, tanto en el área del malestar como en el campo interferente o estímulo excitador que lo genera.

También existe la terapia láser con energía escalar, esta ha demostrado resultados muy favorables en el tratamiento de lesiones de rodilla. Incluso, existe la terapia PRP (Plasma Rico en Plaquetas), que tiene mucho auge en el mundo. Esta técnica utiliza factores de crecimiento del propio paciente y sirve para reparar y regenerar lesiones de meniscos, ligamentos y cartílago de las articulaciones.

 

Sobrepeso u obesidad

Son las principales causas de lesiones de rodillas, porque no están hechas para soportar excesivas cargas de peso que llevan al desgaste de cartílago, sobrepresión articular y la conocida osteoartritis o artrosis de rodilla, según el traumatólogo Carlos Chiriboga.

 

 

 

 

Nutricionista y ejercicios

Es importante que las personas con exceso de peso u obesas sean tratadas por un nutricionista para que las ayude a reducir libras de más y recomienden hacer ejercicios como natación, bicicleta o spining, asegura el Dr. Chiriboga.

 

 

 

 

  Deja tu comentario