Salsas saludables

26 de Noviembre de 2017

Nutricionistas y asesores de salud le dan ingredientes claves para su aderezo favorito.

¿Son las salsas algo que aporta a la nutrición o las consumimos solo por darnos gusto? Parece que las dos cosas son posibles, dependiendo de lo que estas contengan y de la forma de preparación.

La mayoría de los especialistas concuerda en que lo mejor es que se acostumbre a la idea de hacerlas usted. Y comparten datos útiles para que pueda consumir su aderezo favorito con tranquilidad.

Al comprar: 1. Revise la lista de componentes. Si pasa de cinco elementos, contiene glutamato monosódico o algo que no pueda pronunciar o más de 12 gramos de azúcar, busque otra.

2. El envase de vidrio conserva mejor los alimentos. Busque en mercados agroecológicos, haga preguntas y lea las etiquetas.

3. Fíjese en las cantidades de sal y azúcar. No confíe exclusivamente en el semáforo.

4. Piense en ingredientes de calidad, como vinagre de manzana y sal rosada o marina.

5. Si de todos modos quiere adquirir su salsa favorita, fíjese en los niveles de conservantes y estabilizantes; pregúntese si la versión casera tendría tantos elementos.

CATALINA VALLEJO, COACH DE SALUD
VARIEDADES DE LIMÓN

Sí hay salsas que tienen aporte nutricional y ayudan a agregar vegetales a la dieta. Dedique un día en casa a preparar cinco salsas distintas. ¿Qué es esencial para crearlas? Aceite de calidad, crudo, extravirgen, que puede ser de oliva, de linaza, de aguacate o de ajonjolí, de nueces o de frutos secos, no ultraprocesados. Especias secas y refrigeradas: albahaca, romero estragón, hinojo, apio, perejil, cilantro, tomillo, laurel. Variedad de vinagres: de vino tinto, champán, manzana con pulpa, arroz. Varios tipos de limón. “La lima conserva durante más tiempo el sabor y el color de la salsa. Esto beneficia al pesto”.

Licúe albahaca, ajo, sal marina y pimienta; incorpore durante este proceso jugo de lima, almendras y aceite de oliva extravirgen. Dura hasta tres meses en refrigeración. Divídala en tres partes y agregue a una de ellas cebollín chino y a otra, perejil. Tres salsas en una.

MARÍA GRAZIA AYUSO, NUTRICIONISTA
AGUACATE

Ella también recomienda acompañar las ensaladas con elementos puros como aceite de oliva extravirgen crudo y vinagre de manzana. Vigile las porciones: dos cucharadas de aceite o una de vinagre por persona es suficiente. Observe si las salsas que consume son demasiado ácidas, especialmente si ha tenido una operación reciente o alguna condición médica que implique dieta blanda, pues la acidez del vinagre o el limón podría alterar el pH del cuerpo. Acompañe las pastas con salsas naturales: triture el tomate entero con un poco de agua y sal. Haga una salsa cremosa para sándwiches con guacamole: 1 aguacate, 1 limón, 2 cucharadas de aceite de oliva, más trocitos de cebolla y tomate al gusto. Para tener un aderezo de ensaladas, licúe 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada de vinagre de manzana, 1 diente de ajo y 1 pizca de sal.

IRENE BAQUERIZO, HEALTH COACH
ACEITE DE OLIVA

La mejor opción, asegura, es entrar a la cocina y mezclar una grasa buena, como aceite de oliva extravirgen, tahini, ajonjolí o aguacate con sal marina, pimienta cayena, limón y cúrcuma. “No compre todo hecho, cada semana propóngase preparar un plato nuevo y descubra lo que más les gusta, partiendo de ingredientes reales. Consérvelos en refrigeración, en frasco de vidrio. No añada miel, azúcar ni crema de leche”. Una cucharada y media es suficiente para apreciar el sabor de los demás alimentos.

ANDREA AGUIRRE, NUTRICIONISTA
SEMILLAS DE GIRASOL

Si disfruta de una dieta equilibrada y actividad física, las salsas no son perjudiciales. La mayonesa puede aportar grasas saludables, siempre que sea a base de aceite de semillas de girasol, fuente de vitamina E, omega 6 y ácidos grasos poliinsaturados. “El omega 6 ayuda a cubrir las capas de los vasos capilares sanguíneos, evitando accidentes como trombosis y microinfartos”. Incluya dos cucharadas de mayonesa en el desayuno, en un sándwich con pan de grano integral, proteína magra y vegetales verdes, acompañados de actividad física e hidratación. “Así no se dispara el índice glucémico ni el colesterol”.

ADRIÁN YÉPEZ, NUTRICIÓN FITNESS
ALBAHACA

La combinación de vegetales y aceite de oliva crudo permite que ambos conserven sus propiedades. Invierta tiempo para instruirse en salsas caseras. Preservantes naturales como el ajo, aceite de oliva o de aguacate harán que la salsa dure en refrigeración hasta dos semanas. No añada más de una cucharadita de sal a su dieta diaria, de preferencia marina o rosada. Aproveche el azúcar natural de los ingredientes. Coloque en un procesador o licuadora 1 taza de fréjol blanco cocinado, 1 diente de ajo picado, 1 taza de hojas de albahaca, media cucharadita de sal y 1 pizca de pimienta negra, hasta que quede una mezcla suave, como dip.

CONDIMENTOS

Estas especias naturales en polvo ayudan a realzar el sabor de las comidas: tomillo, páprika, romero, canela, cúrcuma. Los condimentos procesados contienen más de cinco ingredientes y acentuador de sabor o glutamato monosódico.
 

GLUTAMATO

Potenciador del sabor que se produce por fermentación de almidones. No contiene gluten. La FDA lo considera ‘generalmente inofensivo’, pero reconoce que muchas personas han reportado ser sensibles a él (náusea, vómitos, malestar).
 

 

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