Quinua, un alimento vital

28 de Julio de 2013

No solo brinda energía, sino también todos los aminoácidos esenciales que el ser humano necesita para su buen funcionamiento.

Si no lo sabía, entérese, estamos en el Año Internacional de la Quinua. Por eso la mayoría de las personas que gustan preparar alimentos o hacer negocios están muy interesadas en conocer más sobre este producto andino milenario.

Desde el punto de vista botánico es un seudocereal; es decir, un falso cereal. No tiene la presentación de espigas y se presenta como un arbusto en forma de cogollos que cargan su grano pequeño.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su página web, la quinua fue cultivada y utilizada por las civilizaciones prehispánicas e inclu- so que su domesticación por los pueblos de América puede haber ocurrido entre los años 3 mil y 5 mil antes de Cristo.

También se encuentra en forma nativa en todas las naciones de la región andina; y como cultivo en más de 70 países. No solo es cultivada en Argentina, Chile y Bolivia, sino también en Francia, Inglaterra, Suecia, en el Himalaya, entre otros.

En nuestro país se cultiva más en la Sierra, por eso en esta zona los habitantes la han consumido en sopas, cremas o en coladas, pero en la Costa poco lo han hecho por no ser tan popular. Sin embargo, ahora que está industrializada se le está dando la debida importancia, sobre todo para mejorar el estado de salud de los ecuatorianos.

Actualmente, dice la médica nutrióloga Margarita Salcedo, la industria alimentaria elabora cereales a los que le agregan quinua. Se la encuentra combinada con granola o con hojuelas y trocitos de piña deshidratada, cuyo sabor es agradable. Incluso se recomienda que los niños la consuman a partir de los 9 meses de edad en forma de papillas con cereal o con yogur o leche.

Aminoácidos esenciales

La ventaja de la quinua, agrega Salcedo, es que siendo un solo alimento contiene todos los aminoácidos esenciales que el ser humano necesita y que no produce para que pueda cumplir con su metabolismo vital. Estos son valina, leucina, treonina, lisina, triptófano, histidina, fenilalanina, isoleucina, arginina y metionina.

“Los aminoácidos son cadenas pequeñas que forman las proteínas. De estos, el principal es la licina porque en la quinua su contenido es el doble en relación a otros cereales. Incluso eleva las defensas”.

También sirve para regenerar los tejidos y reemplazar rápidamente al dañado o al que falta. Asimismo, dice la FAO, ayuda al transporte y absorción del calcio, y junto con la vitamina C parece retardar o impedir las metástasis cancerosas.

En cambio, la isoleucina, la leucina y la valina participan en la producción de energía muscular, mejoran los trastornos neuromusculares, previenen el daño hepático y permiten mantener en equilibrio los niveles de azúcar en la sangre, entre otras funciones.

Según el doctor Marcelo Moreano, la quinua por ser un alimento completo, la calidad de los nutrientes se la compara con la carne, la leche o los huevos. “Tiene la ventaja de contener altos niveles de fibra, más de que la de otros cereales o leguminosas”.

También posee un alto contenido de vitaminas del complejo B, C y E. Además tiene minerales como fósforo, calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso, zinc, litio y cobre. En relación al hierro es dos veces más alto que el del trigo y tres veces más elevado que el del arroz.

Fácil digestión

La quinua, dice Salcedo, también es de fácil digestión, quiere decir que se procesa rápido y no produce gases. La ventaja es que da sensación de saciedad. Incluso como no tiene gluten ayuda a los celiacos para que recuperen la normalidad de las vellosidades intestinales de manera más rápida.

También es uno de los pocos productos que siendo un seudocereal tiene ácidos grasos esenciales como el omega 3, 6 y 9. Estas son grasas buenas que ayudan mucho a proteger las neuronas, restablecer los tejidos, a metabolizar las hormonas y a disminuir el nivel de colesterol total y el colesterol malo (LDL) en la sangre, y controlar el peso.

“Las personas que tienen diabetes –azúcar elevada en la sangre– pueden consumirla, ya que el nivel glicémico es bajo. Lo bueno de la quinua es que aunque se coma en porciones pequeñas siempre va a proporcionar la cantidad de aminoácidos necesarios que requiere el organismo”.

Por último, dice Moreano, la ventaja de la quinua con relación a otros alimentos de origen animal es la ausencia de colesterol y menor cantidad de ácidos grasos saturados. Pero lo mejor es que a diferencia de la ingesta de otros cereales como el arroz, el volumen de consumo de quinua es menor. Esta situación determina que el aporte de energía sea menor, por lo tanto hay un riesgo reducido de promover la obesidad.

 

Tratamientos

La nutrióloga Margarita Salcedo dice que:

• Media taza de quinua aporta 111 calorías, 67 gramos de carbohidratos, 4,6 gramos de fibra, minerales como fósforo 286 miligramos, hierro 7,5, calcio, 112 miligramos y vitaminas B1, B2, B3, ácido fólico y vitamina C.

• Las hojas, tallos y granos tienen propiedades cicatrizantes, desinflamantes, analgésicas contra el dolor de muelas y desinfectantes de las vías urinarias.

• La industria cosmética ya elabora productos con la parte del germen de la quinua.

 

Un 45 %

De proteína está concentrada especialmente en el embrión de la semilla de quinua.

Comida en la NASA

La NASA desarrolló comidas a base de quinua. Según el doctor Marcelo Moreano, estos son diseños de suplementos alimentarios que permiten a los astronautas mantener una dieta concentrada en energía y micronutrientes.
 

Alimentación vegetariana

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la quinua se usa en dietas comunes, vegetarianas y para adultos mayores, niños, deportistas de alto rendimiento, diabéticos, celiacos y personas intolerantes a la lactosa.
 

Hojas de quinua

No contienen el sabor amargo que posee el grano por la presencia de la saponina, pero es fácil de eliminar dejando el grano en remojo, y cambiando continuamente el agua y lavándolo correctamente, dice la doctora Margarita Salcedo.
 

 

  Deja tu comentario