Prevenga la diabetes

14 de Diciembre de 2014
Sheyla Mosquera

Los malos hábitos alimentarios llevan a la obesidad y esta, a su vez, a niveles elevados de azúcar en la sangre.

El sedentarismo y una alimentación inadecuada sumados a la falta de ejercicio o de actividad física programada en la vida cotidiana son los factores de riesgo que más predisponen a una persona a desarrollar diabetes tipo 2.

Es una enfermedad que se produce cuando hay niveles elevados de glucosa –azúcar en la sangre– ocasionado por la falta de insulina, hormona procesada en el páncreas, o debido a que las células del cuerpo no responden de manera correcta a esta.

Según el endocrinólogo Enrique López Gavilánez, la diabetes se desarrolla cuando un estilo de vida diabetogénico (fomenta o produce el desarrollo de diabetes) se superpone a un genotipo susceptible (información genética contenida en el ADN).

La herencia en la diabetes tipo 2, agrega, es poligénica (involucra varios genes y factores ambientales) y depende de la penetrancia y expresividad de los mismos para que se presente en la descendencia. Significa que si le diagnosticaron diabetes tipo 2 antes de los 50 años el riesgo de que su hijo la padezca es 1 de 7; y si el diagnóstico fue después de esta edad, el riesgo es 1 de 13. Pero si ambos padres son diabéticos el riesgo para el niño es 1 de 2.

También existe un grupo poco frecuente de diabetes tipo MODY, por sus siglas en inglés (Diabetes del adulto de inicio en la juventud), que se debe a defectos genéticos específicos. En estos pacientes, el riesgo de que sus hijos padezcan el mismo defecto, y por tanto diabetes, es del 50% (1 de 2).

Para el endocrinólogo Daniel Barrezueta Narváez, se puede y se debe prevenir el desarrollo de la diabetes tipo 2 en todas las personas y no solo en quienes están en riesgo. ¿El modo? Evitando el sobrepeso y el aumento de la circunferencia del abdomen. Las mujeres no deben rebasar los 80 centímetros y los hombres los 90 centímetros aproximadamente. Otra medida preventiva es el ejercicio diario, al menos 150-200 minutos por semana.

Además, para descartar esta enfermedad, cada año a partir de los 40-45 años las personas deben medirse el azúcar dos horas después del almuerzo en sangre capilar (con glucómetro) o en sangre venosa. Otra manera es mediante la medición casual de la hemoglobina glicosilada.

 

RECOMENDACIONES PRECISAS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere para prevenir la diabetes las siguientes recomendaciones:

• Lograr un equilibrio energético y peso adecuado.

• Limitar el consumo de grasas. Hay que sustituir las saturadas por insaturadas y evitar las grasas trans presentes en margarinas, manteca, o productos industrializados hechos a base de ellas.

• Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos.

• Limitar el consumo de azúcares.

•Hacer ejercicios toda la vida.

La médica nutricionista Margarita Salcedo sugiere:

• Consumir dos porciones de fruta al día. Una porción equivale a una manzana, una pera o media taza de papaya o piña picada. Además, tres porciones de hortalizas, mejor si son crudas. Una porción es igual a una taza de vegetales crudos.

• Cocinar al vapor, al horno, o a la plancha y evitar frituras.

• El tamaño de la porción de carne roja o blanca no será mayor al tamaño de la palma.

• Evitar combinar dos o más cereales en un mismo plato. Por ejemplo, pasta con arroz.

• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.

• No abusar en el consumo de alimentos procesados...

Evitar excesos

Según la endocrinóloga Leonor Torresano, para prevenir la diabetes se debe evitar comer excesos de azúcar como tortas, dulces, pasteles, chocolates, jugos endulzados con azúcar o miel de abeja o con panela que viene a ser igual de peligroso.

También no tomar en lo posible gaseosas, de cualquier color. Algunas personas creen que las de color blanco no son dañinas, pero esto no es así. Todas tienen un alto contenido de azúcar, incluso los té con limón.

Tampoco, agrega, hay que comer exceso de harinas, como pan, arroz, fideos, papas, yuca, así como demasiadas frituras: empanadas, maduro frito, bolones, patacones, perros calientes, hamburguesas, salchipapas, mantequilla, mayonesa y embutidos con grasa.

“Por su alto contenido en grasas van a aumentar el peso de la persona, ya que todas esas calorías se depositan en forma de grasa en el abdomen y luego viene la diabetes y el peligro de tener un infarto al corazón en cualquier momento”.

Dieta mediterránea

Investigaciones del grupo de Osama Hamdy, director médico del Programa Clínico Obesidad del Centro de Diabetes Joslin y profesor asistente de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, dicen que la nutrición puede ser utilizada como un medicamento para prevenir y controlar la diabetes de una manera muy eficaz.

“Las personas que comen una dieta mediterránea, con alimentos como el aceite de oliva, los cereales integrales y las verduras de hoja verde y frutas como uvas, manzanas, arándanos y nueces, tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes, incluso cuando no pierden peso”.

Los participantes que siguieron la dieta mediterránea –sin restricción de calorías– mostraron una mayor mejoría en el control glucémico y en la sensibilidad a la insulina que los participantes que comieron otras dietas populares. Además, los pacientes con sobrepeso con diagnóstico reciente de diabetes tipo 2, que siguieron la dieta mediterránea, tenían menos necesidad de medicamentos hipoglucemiantes en comparación con los participantes que siguieron un régimen bajo en grasas.

López enfatiza que la educación del público en general y de los pacientes en particular, acerca de los riesgos y complicaciones que involucra tener diabetes, debe ser de por vida con el esfuerzo vigoroso y convenido con el endocrinólogo, nutricionista, educador en diabetes y otros profesionales de la salud. (I).

 

Educación

Para el endocrinólogo Enrique López la mejor forma de prevenir la diabetes es conocer la enfermedad mediante educación. Así como llevar un estilo de vida saludable, que involucre la eliminación de hábitos tóxicos (alcohol, tabaco) y el sedentarismo, redundará en una protección y disminución importante del riesgo de desarrollar diabetes.
 

Estadística

La prevalencia de Diabetes tipo 2 en el Ecuador según la IDF (Federación Internacional de Diabetes), está alrededor de 7% (1 de cada 15 ecuatorianos mayores de 40 años), y la proyección para los próximos 20 años en América del sur es un incremento del 60%, a expensas sobre todo de la población menor de 30 años, según López.
 

 

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