Lentes digitales: el 20/20

04 de Septiembre de 2016

La tecnología personalizada, aplicada a la salud, busca lentes que no solo corrijan los problemas comunes, sino que resuelvan hasta el error más mínimo.

¿Tiene visión 20/20 cuando usa lentes, pero aún no se siente del todo satisfecho con su visión? Usted podría beneficiarse de los lentes digitales, de alta definición o de forma libre, algunos de los nombres con los que se los conoce, afirma el doctor en optometría Gary Heiting, editor de Allaboutvision.com.

“Algunas veces, incluso si sus anteojos de prescripción corrigen su problema (miopía, hipermetropía, astigmatismo), hay fallos de mayor orden que se deben a características particulares de sus ojos o a las limitaciones de los lentes convencionales”.

¿Cuáles son esas limitaciones? Primero, son prefabricados para que el laboratorio pueda seleccionar de entre ellos el que más se aproxime a la cruz óptica (la medida precisa) de la persona, y luego fijar la prescripción a ese material, explica el técnico óptico Daniel Livingstone (diseña, ajusta y asigna lentes correctivos).

Sin embargo, explica Livingstone, aproximación no es perfección, “cada paciente requiere que sus lentes tengan una curvatura única para mayor poder correctivo, lo que es imposible de prefabricar. A veces, las distorsiones ópticas como el efecto ‘ojo de pez’ y la visión borrosa cerca de los bordes del lente, son porque la curvatura no está perfectamente alineada a la cruz óptica”.

Iluminación y visión nocturna

Los lentes digitales están hechos a la medida exacta de cada caso, dando una visión más aguda en todas las condiciones de iluminación, y reduciendo el deslumbramiento durante tareas nocturnas, como conducir.

Entre los lentes de alta definición monofocales y bifocales más populares se incluyen los modelos creados por las firmas Carl Zeiss Vision, Essilor, Hoya Vision Care, Seiko Optical y Shamir Insight.

Cada fabricante ha desarrollado su propia tecnología de medición. Por ejemplo, Zeiss tiene el i.Terminal 2, un sistema de captura fotográfica que reúne varios parámetros, incluyendo la distancia entre las pupilas del paciente, la altura apropiada, la inclinación del marco y la distancia entre el reverso de los lentes y la superficie de los ojos, para optimizar el desempeño del producto final.

También ha introducido su versión de los lentes de frentes de onda (i.Scription), que se diseñan a partir del examen realizado con un dispositivo (i.Profiler Plus) que detecta errores de visión que pueden identificarse automáticamente por la manera en que las ondas de luz se desplazan a través del ojo.

¿A quiénes beneficia más?

Hay quienes obtienen más ventajas que otros, opina Livingstone. Las personas con muy ligera graduación, en marcos que están a la distancia correcta del ojo, percibirán poca diferencia. Pero en los casos de mayor complejidad, en que los lentes convencionales tienden a tener más errores, la tecnología digital se vuelve más beneficiosa.

“Cuando el marco es muy diferente de los parámetros clásicos, por ejemplo en el caso de los lentes deportivos o para el sol o cuando la graduación es alta o hay astigmatismo, entonces los lentes digitales sobresalen y proveen claridad de visión que antes no era posible”.

Para los lectores de pantalla

Los lentes digitales no solo reciben ese nombre por su fabricación, sino porque también pueden adaptarse a las necesidades de personas que están empezando a experimentar problemas de visión por primera vez, especialmente cuando se trata de leer en pantallas móviles.

La Asociación Americana de Optometría (AOA) pone a la fatiga visual digital como un grupo de problemas derivados del uso prolongado de computadoras, tabletas, lectores electrónicos y teléfonos móviles. Para aliviar esas molestias (ojos cansados, dolor de cabeza, visión borrosa, sequedad ocular y dolor de cuello y hombros), recuerda seguir la regla del 20/20: cada 20 minutos tome un descanso de 20 segundos, consistente en mirar a algo a 20 pies (6,6 metros) de distancia.

Además de la pobre iluminación, el brillo de la pantalla, la distancia incorrecta entre la persona y el monitor o dispositivo y mala postura, la AOA cita como causas los problemas visuales no corregidos, como hipermetropía, astigmatismo y presbicia. (I)

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