Donantes a prueba
Si donó sangre alguna vez y ha cumplido con los requisitos, sabrá que no es una experiencia traumática. ¿Repetiría la experiencia? Aquí algunas consideraciones.
¿Sabe cuántas veces al año es recomendable donar sangre? Si es varón, pueden ser hasta cuatro veces (cada tres meses). Y si es mujer, hasta tres veces (cada cuatro meses).
Esa sería la mejor conducta por parte de la población, opina el doctor Marco Herdoíza, director técnico del Hemocentro Nacional de la Cruz Roja Ecuatoriana, quien añade que el país no tiene una gran cultura en donación de órganos, entre ellos el órgano renovable, la sangre.
Por eso, hay esfuerzos dirigidos hacia quienes ya han desarrollado esta conducta. “Tratamos de que los donantes vuelvan. El 98% de los donantes de la Cruz Roja Ecuatoriana son voluntarios, y casi la mitad de este grupo son casos repetitivos, que han donado por lo menos dos veces en el año.
La mayor parte de los donantes están en la Sierra, afirma el médico, y especifica que en la Costa sí hay voluntarios, pero el proceso se complica por las enfermedades tropicales. “En la región Amazónica, mientras tanto, hay puntos altos en donantes, y otros en los que hay alta incidencia de hepatitis B”.
Condiciones médicas
Para ser donante de sangre, primeramente usted debe considerarse sano y no estar tomando medicamentos (en especial antibióticos); y aun si está tomando un fármaco, debe saber que hay algunos que sí están permitidos (como la hormona hipotiroidea). Ocho días después del antibiótico, estará habilitado para donar.
¿Qué enfermedades son un impedimento? No debería donar si ha tenido hepatitis B o C. Tampoco está bien presentarse mientras se está sangrando o menstruando o si se ha sometido a extracción de piezas dentarias (los calces no son problema).
Si ha viajado al exterior, a una región en la que se ha expuesto a una enfermedad infecciosa, puede presentarse, pero debe hacerlo constar en el formulario correspondiente. En este documento hay una cláusula de exclusión, que indica que si, después de haber donado, usted se da cuenta de que alguna parte de la información que ingresó no es correcta o si llega a tener conocimiento de alguna circunstancia por la que su sangre no debe ser transfundida, puede hacerlo constar o comunicarse con el banco, para que esa unidad sea analizada en el laboratorio, pero desechada.
La compleja hepatitis B
Esta se debe a un virus muy resistente y más común que el VIH, dice Herdoíza. “Incluso si cae una gota de sangre en un textil o en la tierra, puede sobrevivir hasta 6 meses en esa situación hostil, lo que no ocurre con el virus de inmunodeficiencia adquirida. El de la hepatitis B muta; hay varias infecciones por diferentes cepas de virus”.
Las personas no tienen conciencia del daño, que se manifiesta inicialmente con inflamación del hígado e incapacita hasta 6 meses; el virus no se destruye completamente, sino que sigue reproduciéndose en el hígado, que se vuelve graso, con probabilidades de resultar en cáncer.
Esta infección puede no dar mayor sintomatología hasta que haya una crisis inmunológica. ¿Cuánto tiempo puede estar latente? Depende de la cepa, explica Herdoíza. Por ejemplo, “hemos detectado durante el proceso de análisis de las donaciones hasta 50 casos de hepatitis B oculta, sin síntomas”.
Por otra parte, hay pruebas que no están incluidas en ese proceso, como la del citomegalovirus, el cual, asegura el médico, ha sido contraído alguna vez por el 80% de la población ecuatoriana. Pero precisa que “es importante que este examen se haga en las unidades de sangre que van a ser transfundidas a pacientes inmunodeprimidos”.
Buscando el virus
Las pruebas a solicitar en caso de hepatitis B dependen del momento de la enfermedad, detalla el doctor Wilson Bajaña, director de calidad de Interlab. El médico puede necesitar detección de la aparición o realizar seguimiento.
Por ejemplo, el examen HBsAg (antígeno de superficie del virus B) sirve para el diagnóstico de la infección aguda y crónica. El ANTI-HBs (anticuerpos frente al antígeno de superficie del virus B) investiga si el organismo tiene inmunoprotección frente al virus de la hepatitis B, sea por vacunación o por una infección pasada. La prueba ANTI-HBc IgM (anticuerpos frente a las proteínas del core) busca el primer anticuerpo que aparece en la hepatitis B. Y la HBeAg (antígeno del virus B) indica si el cuadro es crónico y la persona es propensa a contagiar a otros; se usa para conocer si hay infección reciente.
Cada test tiene diferente aporte y es certero según lo que se quiera investigar, amplía Bajaña. “Sin embargo, los nuevos métodos de biología molecular, denominados técnicas de amplificación del ADN genómico (Nucleic Acid Testing, NAT), permiten la detección de partículas del ADN viral de la hepatitis B, independientemente de la fase en la que se encuentre la infección vírica. Estos métodos aumentan la sensibilidad del diagnóstico y del seguimiento”.
Todas las pruebas mencionadas tienen resultados en 24 horas, no así la DNA-VHB, que registra la carga viral para hepatitis B y requiere un plazo de 2 a 3 semanas. “Es determinante en el estudio del paciente crónico y en la evaluación de la eficacia del tratamiento”.
Es importante, agrega Bajaña, que el laboratorio cuente con tecnología adecuada, garantía de pruebas altamente específicas y sensibles, un programa de control de calidad y personal competente. (D.V.)
Los virus más buscados
El Hemocentro Nacionales es, según su director, uno de los pocos en Sudamérica que tiene Cobas 4800, patentado por Roche Diagnostics, que hace tamizaje para el Virus de Inmunodeficiencia Humana, hepatitis B y C. El proceso dura tres horas.
¿Quién acude a donar?
La población de donantes voluntarios de sangre en Ecuador se compone del 55% de hombres y 45% de mujeres. Se puede participar entre los 17 y 65 años de edad, pero la mayor actividad en el país se registra entre los 20 y los 35.