Colesterol en la salud

18 de Agosto de 2013

En nuestro organismo circulan grasas buenas que no solo nos protegen contra el exceso de las grasas malas. Conozca su función y qué debe hacer.

Todos los seres humanos tenemos grasas de colesterol en todas las células del organismo. Su función es protegerlas cubriéndolas como un manto para que se produzca el intercambio de sustancias entre estas y la sangre. También actúa como precursor y transportador de vitamina D y de las hormonas sexuales así como la cortisona y el cortisol.

Los órganos donde se lo encuentra más son el cerebro, la médula de los huesos y el páncreas, pero es en el hígado donde existe una mayor acumulación, ya que es el encargado de elaborarlo.

Según el cardiólogo Luis Solines, el colesterol es transportado en la sangre por las lipoproteínas que se encuentran en varias densidades. Una es la lipoproteína de alta densidad (HDL) o grasa buena, cuyo valor debe estar en la sangre por encima de los 60 mg/dl. Esta actúa como barrera contra la lipoproteína de baja densidad (LDL) o grasa mala, con el fin de que no ingrese a las arterias, por eso la transporta al hígado para que haga el trabajo de basurero y la elimine a través de la bilis hacia el intestino.

“Cuando el LDL está en exceso, por encima de 100 mg/dl en la sangre se acumula en las paredes de las arterias en forma de placa e impide la circulación sanguínea. Entonces se inicia el proceso de la enfermedad aterosclerótica –endurecimiento de las arterias–.

El cardiólogo Roberto Lecaro Pazmiño explica que el exceso de colesterol malo en la sangre es uno de los principales asesinos de la humanidad, aunque no es común tener algún síntoma que se relacione con este problema.

“Si nuestros padres han tenido el colesterol alto o tuvieron un infarto siendo jóvenes, seguro estamos frente a un problema genético, que cada día vemos y diagnosticamos en mayor cantidad”.

El exceso de colesterol malo que tenemos en la sangre desde pequeños, agrega Lecaro, va tapando todas las arterias y produciendo grave inflamación y oxidación, y 20 o 30 años después se tendrá lesiones importantes en las arterias renales, del corazón, cerebro, cuello y genitales. De manera que la prevención del ataque cardiaco debe ser desde la infancia en estos casos.

También, dice Solines, es importante considerar otras lipoproteínas, porque son aterogénicas (produce daño a las arterias). La lipoproteína A, por ejemplo, aunque es poco conocida, los médicos deben solicitarla como parte de los exámenes de sangre habituales. Lo normal es encontrarla en sangre bajo los 30 mg/dl, pero si aparece elevada es necesario dar tratamiento. Incluso existe otra lipoproteína de densidad intermedia (IDL), cuyo valor debe ser menor a los 100 mg/dl y tampoco deja de ser importante.

Asimismo, los médicos evalúan la relación entre el LDL, el HDL y unas grasas denominadas triglicéridos (máximo 150 mg/dl), y la relación entre estos y el colesterol total. “Antes se creía que los triglicéridos, un tipo de grasa de origen diferente, no era muy aterogenéticas”.

Reducción de grasas

Una de las medidas que existe para bajar los niveles altos de colesterol malo (LDL) es mediante la reducción de las grasas saturadas en la comida. La dieta mediterránea es la que más recomendada, por el alto consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales no refinados, aceite de oliva como principal fuente de grasas, pescado y carnes de aves, vino tinto, entre otras. Según Solines, hay ocasiones, en que las personas no pueden bajar el colesterol malo, aunque realicen actividad debido a factores genéticos. Es entonces cuando interviene la medicación que debe darse con precaución, porque producen efectos colaterales indeseables, pero son necesarios tomarlos.

Pero, los medicamentos llamados estatinas, dice Lecaro, son los únicos que han demostrado que además de bajar el colesterol y triglicéridos reducen los ataques cardiacos y cerebrales con pocos efectos colaterales. (S.M.de.C).

Triglicéridos

Según el Instituto del Corazón de Texas, los triglicéridos son grasas que suministran energía a los músculos, y al igual que el colesterol, son transportados a las células del organismo por las lipoproteínas de la sangre.

El cardiólogo Luis Solines agrega que son producidos únicamente por la comida y que se acumulan en los sitios de depósitos como muslos, abdomen, glúteos, entre otros.

“Todas estas grasas no solo que se acumulan en las arterias, sino que causan hígado graso, que puede terminar en cirrosis. Incluso los triglicéridos (a partir de 500 mg/dl) empieza el riesgo de pancreatitis. Por eso debe ser investigado por los médicos”.

Grasas malas LDl o Trans

Según la nutrióloga Janet Gordillo, los alimentos de origen animal son los que más contienen LDL, porque ahí están las grasas saturadas; y las grasas trans se encuentran en productos preparados comercialmente que contienen aceite y manteca hidrogenadas,

 

 

Comer salmón

La clínica Mayo de los EE.UU. sugiere comer salmón como fuente de proteína baja en grasa debido a sus capacidades de reducción del colesterol malo (LDL), a la vez que aumenta el colesterol bueno (HDL), menciona la Dra. Gordillo.

 

 

Carnes procesadas

Según la Asociación Americana del Corazón, las carnes procesadas como salchichas, embutidos, mortadela contienen colesterol LDL. También, las comidas rápidas fritas, conservas, alimentos envasados, entre otros.

 

 

 

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